En el marco de la celebración del día internacional sin auto, el Observatorio Ciudadano de Movilidad de Querétaro manifestó que a contracorriente de la tendencia global, en Querétaro es difícil llevar a cabo este ejercicio de conciencia ciudadana y respeto al medio ambiente, donde se trata de al menos éste día, dejar el auto en casa y utilizar otra opción para llegar a las actividades cotidianas.
Las maneras para desplazarse por la ciudad, por diseño, están orientadas a hacerlo en automóvil. El transporte colectivo ya era insuficiente antes de la pandemia y el problema se acentuó con la misma. Las ciclovías, sin la señalética adecuada, anegadas, llenas de basura, con autos invadiendoles de manera impune y años sin mantenimiento son poco atractivas para su uso. Las banquetas estrechas, con desniveles para favorecer las cocheras no son lo más amable para caminar.
Querétaro tiene una de las legislaciones en materia de movilidad más avanzadas del país: una ley de promoción a la bicicleta, un reglamento de tránsito estatal donde incluye respeto al peatón y a la pirámide de movilidad, donde las personas más vulnerables están en la cima y como menos importantes, los automóviles particulares. Con mucho pesar, nos damos cuenta que en los hechos es letra muerta. Las obras más recientes dan cuenta de ello: un viaducto destinado en exclusiva a los automóviles, un estacionamiento gratuito de cuatro niveles en el centro de la ciudad. La Visión Cero, políticas de la Organización de las Naciones Unidas encaminadas a proteger a los más vulnerables del espacio público, no tienen cabida en las acciones de gobierno: ¿dónde están las medidas para evitar las muertes de peatones? ¿Dónde aquellas acciones para disminuir la dependencia de los vehículos particulares?
Mientras que en otras ciudades del orbe, la pandemia ha servido para modificar el reparto del espacio público: más del 80% se destina al traslado y guarda de vehículos, algo que es saludable modificar; sin embargo, nada de ello se ha visto en nuestro entorno. El automóvil es el principal causante de contaminación ambiental, y cuyas peligrosas partículas PM 2.5 se alojan en las células cerebrales y pulmonares, además de que sus emisiones agravan sensiblemente el padecimiento del nuevo coronavirus; el auto provoca contaminación auditiva, causante de trastornos del sueño, ansiedad y estrés; los incidentes con vehículos representan la principal causa de muerte en jóvenes menores de 29 años; el uso intensivo del auto fomenta la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, comorbilidades asociadas al agravamiento del SARS-CoV-2.
Además, un asunto de importancia superlativa aunque ignorada en nuestro entorno: las calles, que antes eran patio de juegos, le han sido arrebatadas por los autos a la infancia con los problemas que les representan: uso intensivo de dispositivos móviles, TDAH, pérdida de sociabilidad, sedentarismo, obesidad, así como ansiedad a edades cada vez más tempranas.
Sirva este día para la reflexión pertinente, y esperemos que en un futuro la ley se cumpla, haciendo una ciudad para las personas, desplazando paulatinamente los vehículos de nuestro entorno y que el día del auto sea no sólo el 22 de septiembre sino muchos días más. Nuestro presente y futuro lo requieren y merecen.
![Día internacional sin auto: OCMQ](https://6enpunto.mx/wp-content/uploads/2020/09/Movilidad-automovil.jpg)