SURA Asset Management México celebra la conmemoración del 124 aniversario del nacimiento de David Alfaro Siqueiros, una de las máximas figuras del arte y el muralismo mexicano en el siglo XX.
A través de la pintura de David Alfaro Siqueiros, con clara estética expresionista y su radicalismo político, el arte en México encontró a un artista que lograría renovar la plástica mexicana. Su obra mural es conocida por reflejar sus ideales políticos, pero también por innovar con técnicas y materiales como la piroxilina y las lacas para automóviles.
David Alfaro Siqueiros nació el 29 de diciembre de 1896 en la Ciudad de México, no en Chihuahua, como se creía hasta hace unos años. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en 1914, con tan solo 18 años, se alistó en el ejército de Venustiano Carranza para luchar en la Revolución Mexicana. Fue esta experiencia la que permeó el imaginario de Siqueiros al conocer de cerca el día a día de los campesinos y los obreros.
Al igual que muchos artistas mexicanos de inicios del siglo XX, Siqueiros viajó a Europa, en donde vivió por tres años y coincidió con el también muralista Diego Rivera. Durante ese periodo estudió a los grandes maestros del arte europeo renacentista, así como a los artistas más representativos del arte moderno y de las vanguardias europeas.
En 1922 regresó a México bajo la encomienda de José Vasconcelos para iniciar el proyecto muralista junto con José Clemente Orozco y Diego Rivera. La importancia del arte público fue para Siqueiros el eje rector de su obra y su quehacer político. En 1923 manifestó su preferencia por el muralismo sobre la pintura de caballete, ya que el primero es público y ésta última, privada. Sin embargo, también realizó obra de caballete, muchas de gran importancia y otras que resultaron en estudios o antecedentes de sus murales.
El arte y la política para Siqueiros estaban estrechamente relacionados y lo dejó claro a lo largo de su obra. Fue militante del Partido Comunista, fundador del sindicato de artistas y del periódico El machete, publicación que lo dejó muy mal parado con el gobierno, ocasionando una eventual ruptura entre ambos. Asimismo, el artista se unió al Ejército Republicano Español como voluntario durante la Guerra Civil Española en 1936.
Su primer mural titulado Los Elementos, fue realizado en 1922 en la Escuela Nacional Preparatoria, antiguo Colegio de San Ildefonso, de la Ciudad de México. Pero sus obras más destacadas son posiblemente el tríptico La Nueva Democracia, ubicado en el Palacio de Bellas Artes y La Marcha de la Humanidad, en el actual recinto cultural Polyforum Siqueiros, ubicado en la Ciudad de México.
El legado que Siqueiros dejó al pueblo mexicano va más allá de sus obras de caballete y murales en diferentes edificios de la Ciudad de México; también quiso que su lugar de trabajo durante los últimos años de su vida se preservara y fungiera como un espacio de difusión artística y cultural. En 1969 se inauguró la Sala de Arte Público / La Tallera en Polanco, un espacio abierto a la innovación y el diálogo artístico que actualmente mantiene sus puertas abiertas como un museo de arte moderno y contemporáneo que también es sede de muchos eventos culturales.
SURA Asset Management México a través de la Colección SURA tiene el honor de resguardar tres importantes obras de este emblemático artista: Entrega de Juguetes, El Grito y Paisaje de Volcanes.
1. DAVID ALFARO SIQUEIROS
ENTREGA DE JUGUETES, 1961
Óleo sobre madera
82 x 62 cm
Descripción de la obra
Esta obra nos muestra lo que parece ser un evento público en donde dos mujeres, que parecen pertenecer a una clase social alta, hacen entrega de juguetes a un gran grupo de gente a quienes apenas podemos apreciar más allá de la masa de formas que se aglomeran frente a ellas, al centro de la obra y de espaldas al espectador. Siqueiros busca diferenciar las clases sociales a través del color, que únicamente destaca en la vestimenta de las mujeres, y con una composición en donde el pueblo, en colores neutros, ocupa casi la totalidad del lienzo dando la impresión de que las figuras se reproducen infinitamente; sin embargo, es difícil apreciar rasgos en el rostro de las personas, simplemente se despliegan como una sola unidad a los pies de las mujeres que acaparan el primer plano.
2. DAVID ALFARO SIQUEIROS
EL GRITO, 1968
Óleo sobre papel y triplay. 101 x 66. 5 cm
Descripción de la obra
En este óleo es posible reconocer lo que parece ser una figura de espaldas al espectador; está girando la cabeza hacia nosotros y mirándonos a través de dos manchones negros a manera de ojos. La paleta utilizada juega también un papel relevante en el mensaje que Siqueiros busca transmitir. El título, El grito, y el año de su realización, 1968, nos remite a los meses convulsos del movimiento estudiantil en México y de conflicto político, que sin duda influyeron en la obra del autor. La figura aquí representada transmite una sensación de desesperación que se acentúa con la pincelada apresurada y los colores intensos.
3. DAVID ALFARO SIQUEIROS
PAISAJE DE VOLCANES, SIGLO XX
Óleo sobre tela
61.7 x 126 cm
7
Descripción de la obra
El dinamismo característico de la obra de Siqueiros se puede observar en este óleo que aborda un temática que muchos artistas mexicanos y europeos abordaron en siglos anteriores: los volcanes. El autor se aleja completamente de la representación clásica del paisaje para plasmarlo desde una perspectiva casi expresionista. La textura, la pincelada y la selección cromática nos remiten al material incandescente que normalmente se encuentra en el interior de un volcán. En este óleo, esa incandescencia recubre absolutamente todas las formas, desde las montañas hasta el cielo que se presenta en tonos rojizos y anaranjados.
*Fuente biografía
Arenal, Angélica. “Vida y obra de David Alfaro Siqueiros”. México, Fondo de Cultura Económica, 1975.