“Nada es seguro y todo es posible” (Vi de Vendetta”).
Es común en la política mexicana utilizar apelativos y con regularidad, en diminutivo para identificar aquellos que se postulan a cargos de elección popular; lo es más de quienes se identifican como si fuesen cercanos a ellos, aún y cuando en verdad no lo sean.
Así, en el Estado de Querétaro hemos tenido gobernantes en diferentes puestos y jerarquías, como “Pepe” Calzada Rovirosa, “Paco” Garrido, “Pancho” Domínguez, en su momento, “Chucho” Rodríguez en la presidencia municipal de Querétaro y ahora con Felipe Fernando “Felifer” Macías Olvera que pretende ser edil capitalino y que, cuenta -por cierto- con muchos recursos económicos para derrochar en múltiples espectaculares e inserciones pagadas, pese a que no se ha comenzado el periodo oficial de campañas electorales.
“Felifer” ha sido paseado en innumerables eventos a los cuáles le invita el gobernador Mauricio Kuri, sin faltar la presencia de algunos ex panistas que se pavonean y hablan públicamente – en ocasiones con marcadas adulaciones- hacia su persona; enalteciendo en demasía lo que no ha conseguido por sí mismo, en el entendido de que a Macías Olvera tiempo atrás se le identificó como cercano asistente del auto exiliado en la unión americana, Ricardo Anaya Cortés. Éste ha sido su mentor político, su guía, cuasi “gurú” y le profesa arraigado e incondicional respeto.
No dudo que Anaya Cortés haya influido en Marko Cortés para que las fichas se inclinaran a “Felifer” y no a hacia otra persona con mejores cualidades y experiencia política que el “bisoño” Macías Olvera.
A mi parecer, Felipe Fernando no ha contado con marcados e importantes logros en los cargos de representación popular a los que ha tenido la suerte de gozar; pese a sus cinco años de diputado federal poco se le conoce que haya presentado alguna reconocida Iniciativa de Ley Federal y sobre todo, que haya sido aprobada en el pleno de San Lázaro.
Como diputado local y regidor capitalino destacó por su apatía y mediocridad. O sea, hasta la fecha a nadado de “pechito”, gozando de excelentes ingresos como “becario”.
Conviene mencionar que no por el sólo hecho de que “Felifer” pregone que, por su calidad de ser joven y preparado académicamente, en tanto que es abogado por la UAQ, maestría en Administración Pública por la Universidad Anáhuac, Campus Querétaro y doctorante en derecho en esa misma institución educativa. Eso no le garantiza la sapiencia, o las herramientas de gobernar un municipio capitalino, que a diario crece su población, donde los servicios públicos municipales aumentan exponencialmente.
En apoyo de lo anterior, se hace necesario y urgente que los jóvenes a quiénes “Felifer” alude y solicita su apoyo en votos, se preparen más y mejor, que se actualicen y capaciten en el estudio y trabajo creativo, de esa manera, la juventud estudiosa ávida de lograr y aportar lo mejor de sí mismos, para el bien de ellos, sus familias y para el Estado de Querétaro. en su conjunto.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. (Albert Einstein).
En México, en general y en Querétaro, en particular, necesitamos que los jóvenes cuenten, como mínimo 16 años de educación integral, acompañados de conocimientos de varios idiomas, como el inglés, chino mandarín, computación, así como de una amplia cultura general, que les permita estar a la par de muchos jóvenes pertenecientes a otras latitudes geográficas del mundo y estén en condiciones efectivas de participar “al tú por tú” en el amplio mundo de las innovaciones tecnológicas y del comercio internacional.
Por cierto, según el estudio “Global Innovation Index”, México se ubica en la tasa media mundial de los procesos de innovación en un 36%. Mucho se requiere por avanzar en este importante aspecto.
México requiere “líderes” profesionales muy bien preparados en sus diferentes campos o áreas de conocimiento. Que se conduzcan apegados a la observancia e irrestricto respeto a los Derechos Humanos, sin impunidad, cuyo actuar corresponda para el beneficio del desarrollo humano sostenible y de protección al medio ambiente.
Invariablemente y por añadidura, tendría que interactuar permanentemente con la sociedad civil, como sustento de la anhelada e irrenunciable cohesión social.
Esa es una propuesta democrática, de legítima viabilidad operativa.
Desde luego, que la suma de aspiraciones antes señaladas deberán considerar desterrar anquilosadas y oprobiosas prácticas “clientelistas”, que atrofian y perjudican el camino transparente de la ciudadanía, a ésta nos debemos.
Ricardo Anaya Cortés: el “padrino político”.
En cuanto a su padrino político, Ricardo Anaya, mediante un amparo estaría regresando a México, tan pronto se instale el pleno del Senado de la República, que tenga lugar posterior a las elecciones federales del mes de junio, para tomar la protesta de su cargo, como Senador plurinominal, como todos las mismas vías de las que ha gozado Anaya; es decir, no participa en campañas, no se desgasta, va a la segura.
“El miedo no anda en burro”.
Ricardo Anaya Cortés le debe gran favor a la actual Senadora de Morena, Olga Sánchez Cordero, cuando ésta era titular de la Secretaría de Gobernación, le concedió regresar a los Estados Unidos, en el mismo avión facilitado por el entonces gobernador panista, por Tamaulipas, -también ahora permanece en su auto exilio estadounidense- Francisco Cabeza de Vaca García.
Eso ocurrió cuando el queretano ingresó a territorio mexicano procedente de Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde abordó, junto con su esposa dicho avión estatal, con la finalidad de arribar al Aeropuerto Internacional de Querétaro (AIQ) en una visita relámpago para charlar con sus hijos.
Esa tonta y audaz osadía le iba a costar estar encarcelado al acérrimo enemigo político del presidente Andrés Manuel López Obrador; éste se la trae muy marcada, desde los debates en los que Anaya Cortés lo “balconeó” e hizo añicos, políticamente hablando.
A Ricardo Anaya le facilitaron hablar y abrazar dentro del mismo avión a sus hijos, por escasos minutos, mientras tanto, elementos del Ejército Mexicano permanecía a la expectativa de apresarlo; salvo que los buenos oficios de la otrora Secretaria de Gobernación intercediera por él.
De inmediato la nave y su tripulación regresó a Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde miembros policíacos tamaulipecos le escoltaron al queretano y a su esposa a una garita fronteriza tejana, para encaminarse a su lugar de residencia estadounidense; se presume siguen viviendo en Atlanta, Georgia.
Hay que destacar que Anaya Cortés – ha realizado varios intentos legales para solicitar Asilo Político en la unión americana, pese a que ha contado con cuantiosas asesorías legales de especialistas en inmigración, no lo ha podido conseguir.
Ricardo Anaya, le debe un gran favor a la actual senadora Olga Sánchez Cordero; en política, los favores se pagan y con creces.
Por eso, “el miedo no anda en burro”.
Por: Jesús Roldán Acosta
