La duración del mandato presidencial es un tema que suscita debates sobre estabilidad y gobernabilidad, un viejo dilema. En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la reelección fue blanco de críticas encaminando a “teorías de la conspiración“, por ejemplo, con la intención de una reelección relacionado al ejercicio de revocación de mandato. Otro caso fue cuando un sector de la sociedad mexicana advirtió por un posible fraude en el que AMLO volviera a salir electo. Sin embargo, ninguna aseveración se hizo realidad porque las legislación no lo permitió.
Esto lleva a preguntarse si seis años son suficientes para que un presidente esté al mando, tomando en cuenta que en la administración actual, el segundo piso de la Cuarta Transformación, fue uno de los mensajes de campaña más importantes.
Para el caso de México, el mandato presidencial es de seis años, sin posibilidad de reelección. Este modelo, conocido como sexenio, se instauró en 1934 con el Plan Sexenal durante la presidencia de Lázaro Cárdenas. Según el artículo 83 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mismo que fue reformado en 2014, “el Presidente entrará a ejercer su encargo el 1 de octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de Presidente de la República, electo popularmente, o con el carácter de interino, provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto“.
AMLO ha defendido esta duración, argumentando que seis años son suficientes para estructurar un proyecto de nación. En una conferencia matutina el 19 de junio, AMLO señaló que este periodo es adecuado para sentar las bases de la “Cuarta Transformación”, su principal plataforma de gobierno. AMLO añadió que periodos más cortos, como cuatro años, podrían incentivar a los mandatarios a centrarse en su reelección en lugar de en la gobernanza efectiva.
Por su parte, la reelección ha sido un tema controvertido en la historia mexicana. Benito Juárez, figura histórica frecuentemente mencionada por AMLO, fue presidente de México en varias ocasiones entre 1858 y 1872. Juárez fue reelecto en 1867 y 1871, enfrentando oposición significativa, especialmente la de Porfirio Díaz, quien posteriormente se reeligió nueve veces y gobernó durante un largo periodo hasta la Revolución Mexicana. Este historial de reelecciones y las subsiguientes dictaduras influyeron en la firme postura actual de no reelección.
En contraste, Colombia tiene un periodo presidencial de cuatro años. El Artículo 190 de la Constitución Política de Colombia establece que “El Presidente de la República será elegido para un período de cuatro años, por la mitad más uno de los votos que, de manera secreta y directa, depositen los ciudadanos”. La prohibición de la reelección, establecida en el Artículo 197 de la Constitución de 1991, buscaba evitar la prolongación inconveniente del mandato democrático y la instauración de dictaduras personalistas.
En 2004, durante el gobierno de Álvaro Uribe, se aprobó un Acto Legislativo que permitió la reelección inmediata, permitiendo a Uribe y a su sucesor, Juan Manuel Santos, gobernar por dos periodos consecutivos. Sin embargo, en 2015, se volvió a prohibir la reelección presidencial.
Argentina modificó su Constitución y se aprobó bajo el Gobierno de Carlos Menen en la década de 1990, la reelección. Desde ese entonces, Carlos Menem y Cristina Fernández de Kirchner fueron los únicos mandatarios que lograron la reelección.
Además de Argentina, México y Colombia, es relevante considerar el caso de Narendra Modi, primer ministro de India desde 2014. Nerendra Modi ha sido reelecto y actualmente sirve su tercer mandato, aunque depende de una coalición. Su caso ilustra cómo la reelección puede proporcionar continuidad en políticas, aunque también plantea desafíos en términos de gobernabilidad y coaliciones políticas.
NotiPress/Gustavo Torres