En el corazón del barrio de La Cañada se encuentra una pequeña capilla conocida popularmente como “la iglesia chiquita”. Aunque sencilla en su arquitectura, este lugar guarda profundas raíces históricas y misterios que la gente del barrio relata con respeto y fascinación.
Un sitio de historia y misterio
La iglesia conocida como La Chiquita es parte imprescindible de la fundación de lo que actualmente es tanto el estado de Querétaro, como de su ciudad capital, Santiago. Según la tradición, este fue el primer templo que se construyó en la región para el culto católico, pues su edificación comenzó en el siglo XVI bajo la supervisión de Juan Sánchez de Alanís. Para mediados del siglo XVII, la iglesia ya aparecía registrada en un mapa oficial de la ciudad, lo que confirma su importancia en la historia local.
Se sabe además que en esta iglesia fue bautizado Conín (Hernando de Tapia), un indígena otomí que se convirtió en un aliado clave de los españoles durante la fundación de Querétaro. Este hecho le otorga a la capilla un valor histórico y cultural muy importante, pues Conín es considerado uno de los fundadores simbólicos de la ciudad.
Su construcción y sucesos extraños
La leyenda cuenta que la iglesia fue construida por una familia devota, pero durante la obra ocurrieron eventos inexplicables: herramientas que desaparecían, ruidos extraños en las noches y luces que nadie podía explicar. Se dice que el espíritu de un albañil que falleció durante la construcción quedó ligado al lugar, cuidando a quienes acudían a rezar.
La foto del revolucionario
Hace algunos años, un visitante tomó una fotografía dentro de la iglesia. Al revelar la imagen, apareció una figura oscura con ropa de época revolucionaria, algo que no estaba visible al momento de la foto. Esta aparición ha alimentado las historias de fantasmas en el lugar, y para muchos es un signo de que la iglesia guarda presencias del pasado que aún rondan sus muros.
Refugio y santuario
Durante la época colonial, esta pequeña iglesia sirvió como refugio para quienes huían de persecuciones religiosas o conflictos, convirtiéndola en un santuario secreto para el barrio.
Hoy en día, la Iglesia Chiquita sigue siendo visitada por fieles y curiosos que buscan conectar con la historia, la espiritualidad y las leyendas que hacen único a La Cañada.
