De acuerdo con Alejandro Radchik Hercemberg, miembro titular didáctico de la Sociedad Psicoanalítica de México A.C. (SPM), el “complejo de Blancanieves” es un fenómeno que no le permite a sus hijos crecer. Aunque originado en el popular cuento de hadas, encuentra paralelismos en el entorno laboral contemporáneo. En la historia, la relación entre Blancanieves, la reina y la bruja refleja dinámicas de poder y envidia que también pueden manifestarse en oficinas y organizaciones. En el ámbito profesional, este complejo puede traducirse en comportamientos como el trato desigual hacia empleados de diferentes niveles jerárquicos, competencia desleal y falta de apoyo o sabotaje.
Por ello, entender y superar estas dinámicas tóxicas son cruciales para fomentar un ambiente laboral equitativo y colaborativo. En el contexto empresarial, la “reina” representa la figura de autoridad que domina, la “bruja” encarna la envidia y los obstáculos, y Blancanieves simboliza al colaborador que enfrenta desafíos. Por ello, en el trabajo, las dinámicas descritas pueden observarse a través de comportamientos diferenciados hacia distintos niveles jerárquicos.
Los directivos y gerentes suelen recibir un trato de respeto y cortesía debido a su responsabilidad en la toma de decisiones y resultados. Sin embargo, este trato puede volverse desigual y tóxico cuando el respeto se transforma en favoritismo o en un entorno de trabajo hostil. El “complejo de Blancanieves” en el trabajo se manifiesta en varias formas, ya que, la “bruja” representa el maltrato a los subordinados, creando un ambiente laboral tóxico.
Utilizando este tipo de liderazgo despectivo puede resultar en una moral baja y en una alta rotación de personal. La “reina”, en cambio, refleja una actitud de superioridad o control sobre colegas del mismo nivel jerárquico, dificultando la colaboración y la eficiencia en el trabajo en equipo. Finalmente, Blancanieves representa una actitud sumisa o excesivamente complaciente hacia las figuras de autoridad y puede limitar la autonomía y el desarrollo profesional del individuo.
Sin embargo, identificar estos comportamientos es importante para poder evitar un ambiente laboral tóxico. Las señales de un trato desigual incluyen la discriminación en el trato, la comunicación desigual y decisiones sesgadas y, estos indicadores pueden generar una cultura de miedo, dificultar la colaboración entre equipos y aumentar la rotación de personal.
Para superar el complejo de Blancanieves en el trabajo, es fundamental adoptar estrategias efectivas como promover una comunicación clara, abierta y transparente, garantizando que toda la información relevante llegue a todos los miembros del equipo. La empatía y la escucha activa también son esenciales para comprender las necesidades y preocupaciones de los colaboradores, fomentando un ambiente de trabajo positivo y respetuoso.
Asimismo, implementar la cultura de la equidad y la justicia, tratando a todos los empleados de manera justa y sin favoritismos. Bajo la misma línea, la promoción del desarrollo profesional y personal a través de capacitación y apoyo es otro aspecto clave para mejorar el ambiente laboral. La delegación efectiva, la resolución constructiva de conflictos y el reconocimiento de los logros de los colaboradores también contribuyen a crear un entorno laboral saludable.
Finalmente, el complejo de Blancanieves, con su simbolismo de envidia y competencia, puede llevar a comportamientos perjudiciales en el ámbito laboral. Por ello, es importante que los líderes y los empleados puedan reconocer y trabajar para superar estas dinámicas para crear un ambiente más colaborativo y equitativo.
NotiPress/Noelia Acuña
