Muchas veces tu automóvil se convierte en un instrumento de trabajo indispensable y es, sin lugar a dudas, un elemento que garantiza confort y seguridad al momento de trasladarse. De allí que resulte fundamental prestarle mucha atención y evitar cualquier desperfecto, aunque no sea siempre tan sencillo. En muchas oportunidades, debido al desconocimiento o al descuido, tu mismo puedes provocar algunas fallas en el coche sin darte cuenta. Es por eso que junto a Compara en Casa detallamos los errores que es posible cometer con mayor frecuencia:
Daños en el motor
El motor es la pieza fundamental de todo coche, por lo que sus cuidados deben estar en la lista de prioridades. Como una turbina, el motor funciona en base al consumo de combustible que comienza a circular por las distintas partes para dar lugar a la combustión. Si al momento de arrancar, el motor se encuentra frío o insuficientemente lubricado, se lo fuerza a entrar en funcionamiento de forma precipitada. Se le exige demasiado sin que se encuentre preparado para responder y, de esta manera, se produce su desgaste. Es por ello que, al momento de encender el auto, es importante darle algunos segundos para asegurar que el aceite lubricante del motor llegue a todas sus piezas y éste adquiera la temperatura ideal para hacer correctamente su trabajo.
Desgaste del embrague
El pedal del embrague es absolutamente necesario al momento de conducir, cambiar de marcha o detenerse. El mismo es tan imprescindible como silencioso, lo cual muchas veces puede generar que lo pises por costumbre sin necesitarlo realmente. Mantener presionado el embrague genera, aunque no se note, un roce entre piezas al interior del automóvil que provoca un desgaste progresivo. Para evitar tener que cambiar la totalidad del sistema de embrague de tu coche, es recomendable evitar su uso de manera incorrecta.
Daños en el turbo
La mayoría de los autos modernos cuentan con este sistema de inyección de alta potencia que otorga fuerza al motor. Si luego de recorrer distancias prolongadas a altas velocidades, detienes el coche por completo de manera brusca, puedes provocar una detención al instante del turbo sin que el aceite lubricante salga por completo de él. Cuando esto sucede, el turbo y el motor se enfrían rápidamente, el aceite se solidifica y estanca en su recorrido dañando las piezas. Para evitarlo, es mejor que al momento de detener el vehículo y apagar el motor, le des algunos segundos para que el descenso de temperatura sea gradual y las partes puedan permanecer limpias.
Desgaste inadecuado de llantas
Las ruedas del coche son de extrema importancia y su cuidado, muchas veces, pasa desapercibido para el conductor. Del estado de las llantas dependerán las cubiertas, el nivel de consumo de combustible y la calidad de manejo. Un nivel de aire menor o mayor al indicado puede generar un desgaste irregular de las llantas, así como interferir en la dirección y hasta provocar pinchazos con consecuencias de gravedad. Es por ello que el control de las llantas y cubiertas es obligatorio a la hora de prevenir accidentes y gastos extra en reparaciones costosas.