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Consejos sabios para ser seguro de mí mismo

Dra. Blanca Almanza
  1. Sonreír, sobre todo cuando encuentras a las mismas personas, en la calle, en la tienda, en el trabajo saludar….
  2. Hacer un ejercicio y mirarme al espejo para vernos tal y como somos, “yo soy yo” y me gusta ser así. Paradójicamente en la aceptación está el cambio, porque siempre hay algo que pulir.
  3.  Ya sé que soy muy terca y reiterativa, pero hacer ejercicio es indispensable para recobrar nuestra seguridad, me doy cuenta de qué sí puedo y qué no puedo, me doy cuenta de que soy “disciplinada”, soy ordenada, soy puntual, o bien me doy cuenta de que soy competitivo o competitiva. La exposición es un ejercicio altamente efectivo y si ya están ahí por favor atrévanse.
  4. Participar o inscribirme a un grupo de lo que sea, de teatro, de canto, de la iglesia, de cocina, académico, de lo que sea, los grupos nos ayudan sin darse cuenta, porque nos comunicamos, nos exponemos, encontramos nuestro lugar dentro de un grupo, aunque no lo alcancemos a percibir, ellos contribuyen a fortalecer mi seguridad.
  5. Lo más efectivo para tener auto seguridad está en los retos y lo más bonito es que no tiene que ver con los demás tiene que ver con nosotros mismos, por ejemplo, si yo me inscribo en una carrera de 10 km o en un maratón, la competencia, la mejora o la satisfacción de terminar la carrera o mejorar mi tiempo es mía y nadie me la quita ni nadie me la da, son esas cosas de las que a veces no estamos conscientes. Lo mismo cuando el desafío es terminar una carrera profesional, una maestría, un doctorado, un curso, esos logros alcanzados no los da nadie, ni un papel, ni el dinero, imaginen que es algo muy sólido que se construye adentro de nosotros y que nos edifica, fuertes y sabios.
  6. Entrenamiento: Si ya estamos ahí, digamos nos tocó exponer un tema en el trabajo, en la escuela y somos muy inseguros, respira profundo y di, estoy nerviosa y está bien, no es para menos es mi examen final, estoy confundida y está bien, ese es un ejercicio de emergencia, pero es mejor entrenar todo lo que les sugerí antes, porque se imaginan que una persona bien insegura se inscriba en un concurso de baile sin saber bailar, pues algo no checa, primero tiene que aprender ¿no creen? Hay que tener lógica.
  7. Darse cuenta: La seguridad en nosotros mismos es dinámica, es normal que yo me sienta seguro o segura ante un público ya reconocido, o en un rol, pero es normal que me sienta inseguro ante lo desconocido. Por ejemplo, si soy doy una clase a un grupo con el que tengo un tiempo trabajando, ahí quizás sea yo auténtico, pero si me dan un grupo nuevo quizás me sienta inseguro, eso es normal, “la emoción, la adrenalina” son normales, pero cuando ya he recorrido ese camino, esa sensación me sirve como motivador, gasolina para la acción.

Una persona segura de sí misma actúa con naturalidad, es digamos auténtica, no se nota artificial, no quiero que se confundan cuando una persona es auténtica; no es necesariamente esa que se pasa de honesta y se convierte en alguien irreverente o mal educado, es más bien relajada, adaptada, puede hablar de su vida personal sin miedo, sin tapujos, no mira el mundo de esa manera catastrófica o con juicio de todo y de todos, seguramente al escucharme se fueron al otro lado; entonces es “perfecta”, no existe la perfección pero sí lo perfectible, nos dan miedo las palabras porque generan mucho compromiso las personas son muy dadas a decir “todo mundo se equivoca” o decir nadie es perfecto, eso es para darse permiso, qué tal si pensamos “soy perfectible” lo más seguro es que busque las maneras de serlo, de mejorar, en lugar de andarme justificando por todo.

Otra cosa que siempre digo es que todo es un entrenamiento, que la vida es dinámica, que el mundo alrededor se mueve y yo también y que hay veces que puedo sentirme muy segura de mí misma o mismo y quizás haya un evento que me lleve a un lugar de inseguridad profunda y quizás ese evento me obligue a empezar desde cero, quizás crea que no voy a poder levantarme porque perdí todo o al menos eso sea lo que alcanzo a ver, desde el momento que entendemos esto, ya es ganancia, desde que lo contemplamos ya no estamos estancados, estamos dando oportunidad a la existencia de algunos desafíos y quizás sean pruebas que haya que pasar porque de eso se trata la vida, de vivirla, de crecer, de prender…

Me gustaría que hoy con esta revisión seamos atrevidos “en el buen sentido”, atrevernos a vernos como esas personas valiosas únicas e irrepetibles, como ese milagro de vida, con la grandeza de estar vivos para algo, para ser, para dar y para recibir, que nuestras vidas tienen un sentido, un significado, que somos unos afortunados de vivir en este tiempo presente.

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