Un estudio liderado por investigadores del sistema de salud Mass General Brigham reveló que más del 50% de las personas utilizan la función de repetición en sus alarmas al despertar. Esta práctica, comúnmente conocida como “snooze”, fue analizada en una muestra global utilizando datos recopilados por la aplicación de monitoreo del sueño Sleep Cycle. Los resultados fueron publicados en la revista Scientific Reports y abarcaron más de tres millones de sesiones de sueño de aproximadamente 21 mil personas.
Durante el análisis, se observó que el botón de repetición fue utilizado en el 56% de las noches estudiadas. Casi la mitad de los participantes activaron esta función en más del 80% de sus despertares. En promedio, los usuarios pasaron 11 minutos diarios entre alarmas, mientras que aquellos clasificados como usuarios intensivos acumularon hasta 20 minutos en este comportamiento cada mañana.
El patrón de uso del “snooze” varió a lo largo de la semana. Entre lunes y viernes se detectó una mayor frecuencia en comparación con los fines de semana, donde la actividad disminuyó. Esto sugiere un vínculo entre el ritmo laboral y la dependencia al botón de repetición durante los días laborales.
Así, un aspecto adicional del estudio identificó que quienes dormían cinco horas o menos utilizaron menos el botón. Según los investigadores, esta diferencia podría explicarse por exigencias relacionadas con sus actividades diarias, las cuales no les permiten extender el descanso al momento del despertar.
La conducta asociada al “snooze” no solo fue común, sino también desigual según la ubicación geográfica. Las tasas más altas se registraron en Estados Unidos, Suecia y Alemania. En contraste, los países con menor frecuencia de uso fueron Japón y Australia, presentando una diferencia clara entre regiones en cuanto a hábitos matutinos.
Rebecca Robbins, PhD, autora principal del estudio, señaló que esta práctica interfiere con las últimas fases del descanso nocturno. “Los momentos previos al despertar concentran un alto contenido de sueño REM. Activar el botón de repetición interrumpe esas etapas esenciales y suele ofrecer solo sueño ligero“, declaró. Además, recomendó establecer la alarma lo más tarde posible y levantarse en el primer intento para mejorar el rendimiento diario.
En lugar de ser una simple acción de unos minutos extra en cama, la función de repetición refleja comportamientos vinculados con la rutina diaria, el entorno laboral y las diferencias culturales. El estudio proporciona datos empíricos sobre una práctica habitual, abriendo nuevas vías para explorar sus efectos en el bienestar y la salud del sueño.
NotiPress/Judith Moreno
