Internet ha cambiado por completo la forma en que entendemos el mundo. Desde cómo hacemos amistad y nos comunicamos con nuestra gente hasta con cómo buscamos información o hacemos la compra. Todo es diferente a como lo era hace cuarenta años. Y esto, por supuesto, también ha tenido su efecto en el sexo. Ahora tenemos una gran cantidad datos sobre sexualidad en la palma de la mano, accedemos a vídeos para adultos con solo teclear una web y conocemos a personas con las que pasar una noche gracias a una aplicación. Esto podría hacernos pensar que, gracias a lo fácil que es acceder al mundo del sexo y a la mucha información que tenemos, nuestra sexualidad sería más sana y que el consumo de prostitución habría descendido. Sin embargo, es al contrario. En las últimas décadas han aumentado los clientes que acuden a los servicios de profesionales del sexo y, por culpa de los vídeos para adultos, se están transmitiendo unos valores masculinos tóxicos. Así que, si alguna vez te has visto tentado de buscar calientes escorts en México, hoy te hablamos de qué se siente al acudir a la prostitución y cuáles son los motivos más frecuentes para ello.
Existen diferentes estudios a los que se puede acceder para tener datos reales sobre clientes de prostitución. Entre esos datos encontramos informaciones curiosas que quizás choquen con la imagen que podamos tener sobre quién es el consumidor de los servicios de profesionales del sexo. Aunque resulte extraño, el perfil sociológico de estos clientes se enmarca entre los 30 y los 50 años (aunque ha aumentado el acceso a la prostitución de jóvenes e incluso de menores de edad), la mayoría con educación superior y con una estabilidad económica (ingresos medios y altos). De estos hombres solo cuatro de cada diez no tienen pareja, un dato preocupante.
Pero, ¿qué pasa cuando se consume prostitución? Según sabemos, lo más común es que estos clientes tengan sentimientos negativos tras tener sexo con profesionales. Aunque pensemos que el resultado físico de un coito es positivo, estos hombres se enfrentan a la vergüenza y la culpabilidad tras ello. El consumo de servicios de trabajadoras del sexo también reporta toda una serie de problemas a estos hombres: problemas con su pareja por mentir y ocultar, problemas económicos, problemas éticos y morales ya que saben que, en un muchos casos, las prostitutas están explotadas y maltratadas, etc. En definitiva, toda una serie de factores que, sin embargo, no les hacen dejar de acudir a la prostitución, creándose un complejo círculo que se asemeja (y que incluso podría ser) al de una adicción.
En cuanto a los motivos por los que un hombre acude a las profesionales del sexo, son tan variados como clientes existen. Ya decimos que no es posible establecer un perfil exacto del consumidor de prostitución. No obstante, sí es fácil identificar algunos de los motivos que les llevan a ello. Los más frecuentes son tener sexo con personas que no son sus parejas o poder realizar una exploración sexual que (creen) no podrían llevar a cabo en casa. Otros motivos pueden ser la excitación ante la pura sexualidad sin emociones o el fetiche del secretismo. Por último, están los clientes que acuden a estos servicios por culpa de problemas de autoestima, por curiosidad o porque simplemente (creen que) no tienen acceso al sexo por otra vía que no sea la prostitución.
Excelente aporte, gracias por compartir.