A partir de septiembre, los alimentos no podrán contener aceites parcialmente hidrogenados (grasas trans), esto con el objetivo de reducir los factores de riesgo alimentarios asociados a enfermedades cardiovasculares. Pues de acuerdo con un informe del Gobierno de México, las grasas trans causan hasta 20 mil muertes al año.
El 20 de septiembre de 2023 entrará en vigencia la modificación del artículo 216 Bis a la Ley General de Salud, la cual establece “aceites, grasas comestibles, alimentos y bebidas no alcohólicas no podrán contener aceites parcialmente hidrogenados (grasas trans), que hayan sido añadidos durante su proceso de elaboración”. La adición a esta ley, fue aprobada el 24 de marzo de 2023.
Así, como menciona el comunicado de la Secretaría de Salud, el aceite trans es resultado de agregar moléculas de hidrógeno a las cadenas de ácidos grasos poliinsaturados de origen vegetal. El aceite trans es utilizado en la elaboración de productos horneados, pasteles, galletas, tartas, palomitas de maíz para microondas, papitas, margarina, refrescos, café y té con crema, jugos artificiales, entre otros.
De este modo, según la Revista Industria Alimentaria, de la ley 216 modificaron el porcentaje de grasas trans contenidas en productos alimenticios, el cual no puede exceder el 2% de ácidos grasos.
De esta manera, la medida de regulación alimentaria obligará a la industria a reformular sus productos en vista de eliminar las grasas trans. Esto, a su vez, podría conllevar cambios en las recetas y procesos de producción de diferentes productos. Relacionado con ello, la Revista Industria Alimentaria señala que reducir el contenido de grasas trans conlleva la búsqueda de nuevas fuentes de grasa, como aceites no hidrogenados, lo cual generará costos adicionales. Además de los costos en la modificación de ingredientes y procesos, deberán implementarse nuevas regulaciones y certificados para avalar los nuevos requisitos legales e industriales, explica el medio empresarial.
Si bien, esto tendrá impacto en el sector empresarial, tiene como principal objetivo proteger la salud de los mexicanos. El dictamen de la minuta de esta modificación legislativa señala que el alto consumo de grasas aumenta 34% el riesgo de muerte por cualquier causa y 28% de defunción por cardiopatía coronaria. Además, el consumo desmedido de productos con este tipo de grasas aumenta 21% la posibilidad de desarrollar cardiopatías y aumenta 10% el riesgo de desarrollar padecimientos cardiovasculares y crónicos, como diabetes.
NotiPress/Juan Manuel Flores