Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, se optó por medir su impacto en la salud mental y su evolución conforme los cambios de la emergencia sanitaria. Particularmente, algunos estudios se concentran en la población adolescente, en quienes se ha registrado un impacto de larga duración para su salud mental, según un comunicado de la Universidad de Columbia.
Los investigadores publicaron, en 2021, un estudio donde registraron un incremento en los síntomas depresivos y un deterioro psicológico entre adolescentes de 13 a 18 años, tras un año de Covid-19. Adicionalmente, encontraron una disminución del consumo de cigarros y vapeadores y de la intoxicación alcohólica.
Posteriormente, con la investigación publicada el 10 de marzo de 2023, el equipo encontró que este deterioro de la salud mental persistió aún tras dos años de pandemia. De acuerdo con el comunicado de la universidad, los autores consideraron preocupante la persistencia de la problemática, pese al relajamiento de las restricciones sociales.
Adicionalmente, los investigadores vieron como algo positivo que se mantuviera la disminución del consumo de tabaco entre los adolescentes tras dos años de la Covid-19. Sin embargo, se mostró preocupado, pues los niveles de intoxicación por alcohol volvieron a los niveles prepandémicos. Esto, explican, puede ser riesgoso en un contexto donde la salud psicológica de los adolescentes continúa en detrimento.
Durante el desarrollo de la pandemia de Covid-19, los especialistas mantuvieron registro de los problemas de salud mental asociados a la emergencia sanitaria. Así, se registró que, tras medio año de crisis sanitaria, 25% de jóvenes estadounidenses habían contemplado el suicidio a consecuencia de la aparición de la Covid-19. Posteriormente, con la reapertura de las escuelas en 2021, la comunidad científica observó un incremento en los niveles de ansiedad y depresión en estudiantes universitarios.
A finales de 2022, se hablaba también de un aumento del 52% en el tiempo frente a la pantalla de niños y adolescentes, así como un mayor número de adolescentes buscando tratamiento para desórdenes alimenticios. Por otro lado, la Comisión Europea calcula que la cantidad de niños con problemas de enfermedades mentales podría aumentar, en el presente, al 20% o 25%.
Según la Universidad de Columbia, el apoyo social de los padres y dormir un promedio de ocho horas o más por noche se asocia con una mejor salud mental y un menor uso de sustancias entre adolescentes. Dado que, tras dos años de pandemia, los problemas de salud mental en adolescentes continúan en aumento, los especialistas consideran necesario implementar intervenciones probadas, enfocadas en síntomas depresivos, para mitigar los efectos negativos de la pandemia.
NotiPress/Jorge Cerino