La introducción al cuerpo humano de sustancias no autorizadas para uso médico con el fin de mejorarlo estéticamente, pueden ocasionar un problema de salud llamado enfermedad por modelantes, informó el jefe de Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital General de México Eduardo Liceaga (HGM), Raymundo Priego Blancas.
De 2002 a 2017, en este centro hospitalario se han atendido cuatro mil casos, de los cuales a 85 por ciento ya no se le puede ofrecer alternativa alguna de tratamiento, debido al avance del daño. En esta situación, solo se proporciona a los pacientes medidas para controlar el dolor.
En entrevista, dijo que algunas de las sustancias que se utilizan son: aceite mineral y comestible, silicón de rama industrial y cada vez más frecuente el biopolímero, un producto que se plastifica al momento de ser inyectado.
El especialista explicó que las personas se realizan infiltraciones en todo el cuerpo como frente, párpados, mejillas, nariz, mentón, labios, cuello, glándulas mamarias, glúteos, piernas y genitales masculinos y femeninos.
Esta acción puede generar cicatrización de los tejidos, fibrosis e isquemia, lo que provoca que la piel se vuelva más gruesa, cambie de color y textura. También se generan granulomas, abscesos o úlceras.
Asimismo, se pueden presentar inflamaciones que con el tiempo se convierten en autoinmunes, lo que pone en riesgo la vida de las personas porque afectan todo el tejido conectivo, imita enfermedades como lupus, esclerodermias, artritis y daña órganos como pulmón, hígado y riñón. En estos casos, se considera que el paciente se encuentra en etapa terminal.
Raymundo Priego detalló que se someten a este tipo de procedimientos tres mujeres por cada hombre, principalmente entre 15 y 30 años de edad, de todos los estratos económicos y niveles culturales. “No son intervenciones baratas, pero las venden como mágicas porque además ofrecen al paciente evitar la hospitalización y el bisturí”.
Los daños a la salud aparecen en el cuerpo en diferentes periodos, de acuerdo con la sustancia infiltrada, como a continuación se menciona:
- Aceites vegetales de soya, maíz y comestible, después de tres años
- Aceites minerales para bebés, guayacol e industriales: cinco años
- Silicón de grado industrial: 15 años
- Biopolímero: puede presentar síntomas en el momento de la inyección o entre ocho y 10 años después
Mucha gente recurre a estos procedimientos por un efecto pirámide, o sea, una persona se la aplica porque la llevó alguien más, quien a su vez invita a otras. Se genera una cadena que se detiene cuando alguno de ellos presenta daños a la salud.
Priego Blancas advirtió que, de los casos atendidos en el HGM, 75 por ciento son tratados por personas no médicos como estilistas, entrenadores de gimnasio o amas de casa.
Ante este panorama, recomendó acudir con cirujanos plásticos certificados.