Un ingeniero en sistemas de Vancouver, llevó su fascinación por el transporte público a un nivel extraordinario con un desafío singular: viajar desde su ciudad natal hasta Tijuana, México, utilizando únicamente autobuses y trenes. William Hui, de 40 años, desde su juventud, estuvo cautivado por las numerosas redes de autobuses y trenes que conectan diferentes ciudades y regiones. Esta fascinación lo llevó a emprender un reto impresionante: viajar desde su ciudad natal hasta México.
El 24 de junio, Hui inició su ambicioso, el cual duraría nueve días y cubriría casi 3 mil kilómetros a lo largo de la costa del Pacífico de Estados Unidos. Su objetivo era evitar los servicios de autobuses Greyhound y trenes Amtrak y, reducir al mínimo el tiempo de caminata entre paradas. “En ningún momento de este viaje tuve que caminar más de 15 minutos de una parada de autobús a otra”, indicó Hui a la BBC.
Sin embargo, no es la primera vez donde Hui se aventura en un desafío de transporte poco convencional. En 2013, intentó viajar al sur desde Vancouver, pero su trayecto se detuvo en Salem, Oregón, debido a la falta de opciones de transporte público que conecta Oregón con el centro de California. No obstante, a principios de 2024, descubrió una nueva ruta de autobús entre Eureka y Ukiah, llamándolo “el eslabón perdido”, permitiéndole finalmente completar su viaje a México.
A lo largo de su travesía, Hui observó cambios en el transporte público desde su último gran viaje. Las mejoras incluyen la incorporación de WiFi y la aceptación de pagos con tarjeta en muchos autobuses, aunque algunos todavía requerían de efectivo. Para evitar problemas, Hui se preparó con 50 billetes de un dólar antes de comenzar la aventura. “Fue impresionante ver cómo las rutas se conectaban entre sí, especialmente en las áreas menos pobladas”, señaló.
Uno de los aspectos destacados por Hui durante su viaje fue la diferencia entre el transporte en grandes ciudades, como Seattle y San Francisco, y en zonas rurales, donde los autobuses pueden recorrer largas distancias para conectar comunidades. En las fronteras internacionales Hui cruzó a pie, enfrentando escepticismo por parte de los agentes en la frontera entre Estados Unidos y Canadá. En contraste, encontró una mayor actividad peatonal en la frontera sur entre San Diego y Tijuana.
Igualmente, el costo total del viaje ascendió a aproximadamente 200 dólares en billetes de autobús. A pesar del gasto, Hui manifestó importante las vistas del trayecto, como la costa de Oregón y las secuoyas del norte de California, y que valieron cada centavo. “Me quedé absolutamente sorprendido por el paisaje. El viaje fue una experiencia enriquecedora en sí misma”, afirmó. Trabajando en TransLink, la autoridad de transporte de Vancouver, Hui aprecia el “rompecabezas logístico” detrás de los sistemas de tránsito.
Al ser consultado por Translink por su siguiente viaje, Hui respondió “no estar seguro”, aunque aclaró, “me veo haciendo esto de nuevo”.
Por otra parte, en su viaje, el ingeniero en sistemas notó que el transporte público es crucial para las comunidades y nunca estuvo solo en el autobús durante largos períodos. Asimismo, quienes busquen emprender un viaje similar al de Hui, el ingeniero recomendó investigar a fondo y viajar ligero, debido a la falta de espacio para equipaje en los vehículos. Además, sugirió planificar las paradas para ir al baño, mencionando centros comerciales, bibliotecas y centros comunitarios como opciones ideales.
NotiPress/Noelia Acuña