El cantautor mexicano, reconocido como parte del movimiento Rupestre, Armando Rosas; participará en el Trovafest 2017 en la ciudad de Querétaro el próximo 16 de noviembre en la Alameda Hidalgo.
Rosas aseguró que el ser considerado para participar dentro de este festival es una gran deferencia hacia su persona y su trabajo, debido a que no obstante de lo joven del mismo, el Trovafest se ha destacado por la cantidad y calidad de los trovadores que participan.
“Siempre estar al lado de maestros como Oscar Chávez, el maestro Manzanero, Lerner y otros… y carnales como Carlos Arellano que andamos más en la onda rupestre, pues es un gusto”, aseguró y auguró que será una gran fiesta tanto para los trovadores, como para la gente que acuda.
Respecto a su participación señaló que hará una selección de lo más representativo de su obra: “Uno está obligado a presentar lo mejor de su repertorio, yo en este caso tengo 10 discos grabados, música para dos películas”.
Dijo que el formato de su presentación será con guitarra y voz, lo que hace que el festival se convierta en una justa, donde uno puede demostrar lo que puede hacer con sus dos instrumentos, la lira y la voz.
Además, consideró que este tipo de festivales es una gran oportunidad de confluir con la experiencias de grandes maestros como Manzanero o Lerner, y tener un intercambio de, valga la redundancia, experiencias como autores.
La trova como el maíz
El autor de “Habrá Tiempo”, “Tocata Fuga y Apañon” o “Poeta Maldito”, indicó que generalmente la gente se enamora de un trovador, lo escucha y se pierde de una cantidad enorme de posibilidades de cómo se puede presentar la trova, por lo que en Trovafest podrán acceder a un gran gama de estilos y propuestas.
“La trova es un poco como el maíz, que se presenta en tamal, gordita, chilaquiles; de pronto que tengas una gama de platillos tan amplia, de jóvenes, viejos, gente que está más metida en el blues, en el pop, eso seguramente va a enriquecer y va a educar a nuestro público”, dijo.
El oficio mio, nuevo disco
Al hablar de su más reciente producción, “El oficio mío”, el cual presentó en marzo en el Teatro de la Ciudad de México, dijo que tiene mucho que ver con todo el “trajín” del oficio del compositor y el ser músico. “Hay una canción que así se llama que está relacionado con esta profesión de hacer canciones”.
Refirió que fue un disco muy sufrido, debido a que contrario a como los demás que ha realizado, donde grababa en un mismo estudio todo, esta ocasión, por diferentes circunstancias, tuvo que realizarse en diferentes lugares.
“Iniciando en San Francisco, EU; luego en un estudio en las polvaderas de Neza en el estudio de un amigo, luego con mi amiga Malena Durán que armamos una banda y finalmente se grabó la última parte en Bélgica”, dijo.
Comentó que incluye canciones que trabajó por alrededor de 6 años, grabadas incluso en ocasiones anteriores y que quedaron fuera, pero finalmente quedó satisfecho con el resultado final, donde se incluye música de concierto que hace y canciones populares y donde inclusive hay diferentes fusiones. “Medio disco viene con una suite para piano, así como rolas de toda índole”.
De la guitarra a la Camerata Rupestre
“Tuve la fortuna de acercarme a la guitarra muy joven, por unos vecinos que tocaban música popular y boleros, muy chavo me metía a esa casa y aprendí a tocar y rasgar las canciones”, rememoró y dijo que fue a los 11 años cuando tuvo su primer oportunidad de entrar a una escuela de guitarra, “de esas del Seguro Social donde se daban macramé, corte y confección”; que es donde aprendió a leer música.
Posteriormente, dijo, fue que se puso a tocar en todo tipo de bandas que lo invitaran, hasta que decidió dedicarse a la música en forma y entró como estudiante a la Escuela Superior de Música.
Ahí es donde conoció a Javier Platas, Javier Guillén e Ignacio Alfonso Flores, todos compañeros de la carrera de Instrumentistas, junto a los cuales hicieron una banda que cantaba canciones populares con instrumentos propios de la música de cámara “que es cómo surgió con la Camerata Rupestre”.
Los Rupestres
En esos tiempos de la Camerata Rupestre, señaló, es como coincidió con Rafael Catana, de los miembros fundadores del movimiento de Los Rupestres, los cuales lo invitan a formar parte de este y es como se une a ellos; lo que significó un gran impulso para su carrera, dándole oportunidad de grabar dos discos y viajar con las canciones por casi toda la república mexicana.
Rosas rememoró un concierto muy importante en Querétaro, en los años 80 en un auditorio del IMSS, donde recuerda que eran estudiantes, quizá aún con la idea de divertirse con la música y se encontraron un auditorio lleno de gente entusiasta que conocía sus canciones, por lo que significó una de las primeras experiencias donde se dio cuenta de que su trabajo estaba trascendiendo.
Influencias, la mayor cantidad de música posible
“Yo creo que si no escuchamos la mayor cantidad de música posible, todos vamos a sonar igual, estandarizados, y eso sería terrible para cualquier tipo de música, uno tiene que zambullirse en las músicas que uno conoce para ir encontrando aquellos elementos que pueden enriquecer tu obra”, refirió respecto a las influencias que tiene para hacer sus canciones.
Aseguró que él escucha de todo y que le gustaría decir que está influido por muchos otros músicos y géneros, entre los cuales destacó a Bob Dylan, Serrat, Silvio Rodríguez, pero también a Stravinsky, Bach yWest Montgomery.
“Eso es mi idea de hacer música, siempre estar investigando e incorporar a tu lenguaje musical”
Armando Rosas se define como músico, ya que se mueve en diversas vertientes de ese mundo, ya que hace música para telenovelas, películas, orquesta sinfónica, de la misma manera que puede presentarse en un bar “ratonil” para 10 personas.
“La gente me tiene identificado como Rupestre, algo de lo que estoy agradecido y aunque yo luche, es imposible luchar con la etiqueta que ya te han colocado”.
Lo que sigue
“Estoy escribiendo el siguiente disco, acumulando textos, este año lo voy a concluir muy contento”, aseguró, pues básicamente finalizará con el Trovafest y una especie de curso para jóvenes compositores interesados en la composición en un barrio popular en el oriente de la CdMx, algo que considera como parte importante de mi trabajo, el poder llevar la experiencia que tiene con jóvenes que muchas veces no tienen posibilidades de tener una instrucción musical.
Contacto:
Armando Rosas Músico Compositor
