En julio de 2025, el costo de la canasta alimentaria en zonas urbanas de México subió 4.3 % anual, superando la inflación general de 3.5 %, de acuerdo con el INEGI. En áreas rurales, el alza fue de 2.9 %, por debajo del nivel inflacionario.
Una persona necesitó:
- $2,453.34 en ciudades.
- $1,856.91 en el campo.
Este indicador, llamado Línea de Pobreza Extrema por Ingresos, mide si el ingreso permite cubrir necesidades alimentarias básicas.
INEGI – “En el ámbito urbano, el aumento en el costo de la canasta superó la inflación, lo que refleja un mayor reto económico para las familias”, señala el reporte.
Productos con mayor incidencia:
- Rural: alimentos y bebidas fuera del hogar, bistec y carne molida de res.
- Urbano: alimentos y bebidas fuera del hogar, bistec de res y leche pasteurizada.

En la Línea de Pobreza por Ingresos, que incluye bienes y servicios no alimentarios, el aumento fue de:
- 3.6 % en ciudades.
- 3.1 % en zonas rurales.
En áreas urbanas, influyeron precios de educación, cultura, recreación, vivienda y servicios.

Aunque el INEGI no reporta la cifra de personas en pobreza en este corte, el mayor encarecimiento urbano frente a la inflación y la falta de crecimiento proporcional del ingreso sugieren un posible aumento de hogares que no alcanzan a cubrir la canasta básica.
En contraste, la gasolina magna bajó 1.2 % anual, continuando más de tres años de disminuciones, salvo un alza puntual en mayo. Las nuevas líneas de pobreza servirán para estudios posteriores de pobreza multidimensional, donde el impacto urbano podría ser más severo si persiste la tendencia.
