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¿Cómo podrá el gobierno rescatar a Pemex de su abultada deuda?

10 julio, 2025

Pemex, la petrolera estatal más endeudada del mundo, enfrenta una crisis financiera que generó preocupación tanto dentro como fuera del país. La deuda de la empresa supera los 120.000 millones de dólares, lo que representa un reto considerable para la economía mexicana. Ante esta situación, el gobierno mexicano puso en marcha diversas iniciativas para tratar de estabilizar a Pemex y asegurar su viabilidad a largo plazo.

Según el diario El País, el gobierno mexicano está explorando opciones de refinanciamiento, incluyendo la posibilidad de obtener líneas de crédito del Banco Mundial y de instituciones financieras globales como Deutsche Bank. El objetivo de estos esfuerzos es obtener fondos para saldar las deudas de Pemex con sus proveedores, que suman aproximadamente 20.000 millones de dólares. En este proceso, los bancos comprarían deuda de Pemex, respaldada por el gobierno, con descuentos. Estos financiamientos se destinarían principalmente a cubrir los pagos atrasados y evitar mayores problemas operativos para la empresa.

El saldo total de la deuda de Pemex alcanzó los 101.000 millones de dólares a principios de 2025, una cifra que refleja los complejos problemas financieros enfrentados por la petrolera. La empresa experimentó pérdidas financieras que superaron los 43.300 millones de pesos, equivalentes a aproximadamente 2.300 millones de dólares, según su último reporte. Esto se ve agravado por la creciente falta de pago a los proveedores, generando tensiones en los estados petroleros como Campeche, Tabasco y Veracruz, y resolvió en la pérdida de empleos en el sector.

Como parte de la estrategia para sanear las finanzas de Pemex, el gobierno señaló la necesidad de una transformación profunda de la empresa, incluyendo una reestructuración operativa y fiscal. Entre las acciones implementadas se encuentran la eliminación de algunas filiales y la reducción de la nómina, además de la creación de un único impuesto para la petrolera. Esta situación de Pemex también tiene implicaciones para la economía nacional. La agencia de calificación Fitch advirtió que el perfil crediticio de la petrolera es “muy débil” y su deuda representa una carga para la deuda soberana de México. La calificadora señaló que si Pemex estuviera en mejor situación, México podría haber tenido una calificación crediticia más alta. Según Fitch, el gobierno debe tomar medidas importantes para enfrentar la “desafiante” situación fiscal de Pemex, la cual también podría tener repercusiones en el déficit público del país.

Las autoridades mexicanas reconocieron que la deuda de Pemex es una cuestión para atender de manera urgente. El futuro de la empresa dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para encontrar una solución la cual permita reducir la deuda y mejorar la eficiencia operativa de la petrolera. A largo plazo, los analistas sugieren que podrían ser necesarias reformas fiscales estructurales para garantizar la sostenibilidad financiera tanto de Pemex como de las finanzas públicas de México.