En México, 39 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (pymes) presentaron, en 2021, atrasos en el pago de sus facturas, según datos de la Radiografía del Emprendimiento en México. Por esto, en la Cámara de Diputados se discute una iniciativa de pronto pago para reducir el plazo para el pago de facturas a las pymes.
Dicha iniciativa busca reformar el artículo 83 bis del Código de Comercio para reducir a 45 días el plazo actual que alcanza hasta los 120 días, con el fin de incrementar la productividad de los pequeños negocios. De acuerdo con medios nacionales, esto ya se aprobó en la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad de la Cámara de Diputados. Para promulgar las modificaciones a la ley, faltaría la aprobación en el pleno de la cámara y, posteriormente, en el Senado de la República.
Con el fin de entender las implicaciones de la iniciativa, NotiPress consultó en exclusiva a Edmundo Montaño, director de la empresa de financiamiento Drip Capital. Según Montaño, el principal objetivo de esta iniciativa es permitir un flujo más ágil de capital de trabajo para las pymes. El capital de trabajo es el dinero necesario para la operación diaria de un negocio y su ciclo inicia desde el tiempo que toma a las pymes pagar a sus proveedores. Posteriormente abarca también el tiempo para la venta del inventario y el lapso para recibir el pago de los clientes.
Sin embargo, el período que toma recibir el pago de los clientes, de hasta 120 días, es más amplio en comparación con aquel disponible para pagar a proveedores y renovar el inventario. Esto puede ocasionar problemas a las pymes para financiar su capital de trabajo, mientras los clientes de empresas grandes se benefician de este largo tiempo de espera para liquidar sus facturas. En este contexto, las pymes tienen la oportunidad de recurrir al factoraje como financiamiento, donde instituciones bancarias o financieras compran sus facturas por cobrar. Esto les permite acceder a un flujo de efectivo inmediato, aunque deben pagar intereses mientras la institución financiera espera por el pago pendiente, hasta 120 días.
De aprobarse la iniciativa de pronto pago, las pymes podrían cubrir a tiempo su capital de trabajo y tendrían la oportunidad de acumular capital para inversión, aseguró Montaño. La iniciativa de pronto pago reduciría el tiempo que deben esperar las pymes para cobrar las facturas a sus clientes, explicó. Además, en caso de recurrir a instrumentos de financiamiento, como el factoraje, reduciría el tiempo de pago de intereses a un máximo de 45 días como propone la ley.
Respecto a las grandes empresas, estas perderían la ventaja del actual largo periodo para cubrir las facturas de sus pymes proveedoras. No obstante, estas empresas, por su tamaño, tienen un acceso más sencillo y barato a otras opciones de financiamiento, en comparación con las pymes, considera el director de Drip Capital. También comentó que esta ley no aplicaría a clientes extranjeros, aunque, en su experiencia, en las operaciones de importación suele haber tiempos de cobro de facturas más cortos, de entre 60 y 90 días.
Al aprobarse esta reforma de pronto pago, se impulsaría el flujo de capital de trabajo y la productividad de las pymes mexicanas. No obstante debe superarse el riesgo de que grandes empresas, por sus intereses, hagan lobby contra la iniciativa. Además dicho cambio en la ley debe complementarse con la flexibilidad de las grandes empresas para permitir a sus pymes proveedoras el acceso a mecanismos como el factoraje, consideró Montaño.
NotiPress/Jorge Cerino