El peso mexicano se enfrenta a una fuerte presión a la baja debido a una combinación de factores externos e internos, según un análisis de Quásar Elizundia, estratega de investigación de mercados en Pepperstone. Los recientes indicadores económicos de Estados Unidos, sumados a las reformas estructurales en México, están generando inquietud entre los inversionistas y afectando negativamente el valor de la moneda nacional.
Inflación en Estados Unidos y su impacto en el peso
Elizundia señaló que la inflación subyacente en Estados Unidos registró un incremento inesperado en septiembre, alcanzando el 3.3%, lo que ha fortalecido al dólar. Esta situación se debe a que los inversionistas anticipan que la Reserva Federal mantendrá una política monetaria restrictiva, con pocas señales de una pronta reducción en las tasas de interés. Este escenario refuerza el valor del dólar frente a otras divisas, particularmente aquellas de mercados emergentes, como el peso mexicano, que se ve aún más vulnerable.
Además, las solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos también aumentaron de forma considerable, alcanzando las 258,000 peticiones, lo que pone en duda la fortaleza del mercado laboral, que hasta la semana pasada había mostrado signos sólidos en los reportes de nóminas no agrícolas. Este debilitamiento podría empujar a la Reserva Federal a suavizar su postura, pero la incertidumbre sobre el futuro de la política monetaria estadounidense genera volatilidad en los mercados financieros.
Incertidumbre por reformas estructurales en México
A nivel interno, las propuestas de reformas constitucionales en México están añadiendo más presión al peso. Según Elizundia, estas reformas generan incertidumbre en torno al sistema judicial y el Estado de Derecho en el país, así como un aumento en la intervención estatal en el sector energético, lo que afecta la confianza de los inversores extranjeros. El capital extranjero es esencial para estabilizar la economía mexicana, y la percepción de un entorno menos favorable para la inversión está complicando la situación.
Aunque la Secretaría de Energía ha asegurado que las reformas no impactarán negativamente el crecimiento de las empresas, los inversionistas mantienen sus reservas. La volatilidad en los precios internacionales del petróleo, uno de los pilares de la economía mexicana, se suma a la incertidumbre sobre el futuro económico del país.
Con un escenario global marcado por la inflación en Estados Unidos y un entorno interno lleno de incertidumbre política, es probable que el peso mexicano continúe bajo presión en el corto plazo. Los analistas seguirán de cerca los próximos pasos de la Reserva Federal, así como el avance de las reformas en México, en busca de señales que puedan devolver la estabilidad al mercado cambiario.
El panorama actual sugiere que, hasta que no haya mayor claridad sobre el rumbo de la política monetaria estadounidense y las reformas estructurales en México, los mercados seguirán reaccionando con cautela, lo que podría mantener la volatilidad del peso en las próximas semanas.
NotiPress/Patricia Manero