Los estimulantes tipo anfetamina son sustancias psicoactivas sintéticas que estimulan el sistema nervioso y tienen gran potencial adictivo, se comentó en la sección Pulso de la salud, durante la conferencia matutina del 27 de junio de 2023. En la actualidad, 21 entidades federativas reportan a los estimulantes tipo anfetamina como la principal droga de impacto por la cual las personas buscan tratamiento para las adicciones.
De acuerdo con el subsecretario de Prevención y Promoción de la salud, Hugo López-Gatell, esto supone un incremento importante. Contrastando, en 2013 solo seis estados en la región noroccidental de México mostraban esta tendencia.
Sintetizada por primera vez en 1887, los estimulantes tipo anfetamina tienen uso médico controlado y muy reducido, para la narcolepsia y el trastorno de hiperactividad por déficit de atención (THDA) infantil. En el mercado ilegal, estas sustancias se distribuyen en diferentes presentaciones (polvo blanco, tabletas, cápsulas, líquido) bajo nombres como anfetas, speed, elevadores, MDMA o tachas.
Al acelerar la comunicación entre el cuerpo y el cerebro, los estimulantes tipo anfetamina provocan alerta y aumentan las capacidades para la actividad física. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, por estos efectos algunas personas utilizan estas sustancias para mantenerse despiertas en el trabajo o para mejorar el rendimiento académico o deportivo.
Las sustancias tipo anfetamina también se conocen por liberar dopamina en el cerebro y causar efectos placenteros como euforia, disminución de las inhibiciones y la sensación de estar más en control. Al desaparecer los efectos agradables puede haber una sensación de bajón, con síntomas de disforia, cansancio, depresión, decaimiento, irritabilidad, insomnio o somnolencia. Según un artículo de la editorial académica Elsevier, estos bajones suelen intensificarse si el consumo de anfetaminas ha sido alto o se ha consumido de manera repetida.
Otros efectos adversos de la anfetamina se clasifican en cardiovasculares (hipertensión arterial, taquicardia, arritmia grave y otros eventos potencialmente mortales) y psicológicos (irritabilidad, agitación, confusión, conductas de violencia y de riesgo, entre otros). Según Elsevier, estos efectos indeseables pueden aparecer en cualquier momento, “hasta el punto de que dosis bien toleradas un día pueden no serlo otro día, y provocar efectos indeseables”.
Aunque los estimulantes tipo anfetamina y las sustancias metanfetamínicas guarden similitudes, la metanfetamina se distingue porque, a dosis comparables, las cantidades de metanfetamina que llegan al cerebro son mayores, comparada con las de anfetamina, según los NIH. Aunque la metanfetamina se deriva de la anfetamina y su estructura química es similar, la metanfetamina es más potente, con efectos más prolongados y un mayor daño al sistema nervioso central.
Por su impacto social y de salud pública, el subsecretario López-Gatell reiteró el compromiso de la administración obradorista de prevenir y tratar las adicciones a los estimulantes tipo anfetamina y otras drogas. En este sentido, el funcionario destacó que la estrategia contra las drogas “Juntos por la paz” busca la participación comunitaria y social y promover la seguridad y la cohesión social.
NotiPress/Jorge Cerino