El gobierno mexicano cuenta con 60 días para presentar, por la vía diplomática, la solicitud formal de extradición de Javier Duarte de Ochoa, luego de esto el tribunal citará al juzgado al detenido para una audiencia y este podrá iniciar su defensa y las resoluciones que dicte el poder judicial podrán ser recurribles.
Al momento en que se determine su extradición, se turnará el expediente al ministerio de relaciones exteriores para que se haga la entrega a autoridades de México.
Sin embargo, una vez presentada la solicitud de extradición, en Guatemala se le abrirá audiencia nueva a Duarte de Ochoa para informarle de lo que se le acusa y el determinar si se allana o no a la extradición.
En caso de allanarse, un juez deberá valorar que se cumplan las condiciones del tratado para realizar el proceso; esta sería la manera más rápida para que llegue a México.
En caso de no allanarse a ella, se deberá llevar un proceso para el desahogo de pruebas y determinar si el gobierno del vecino país del sur lo extradita o no. Este proceso sería evidentemente más tardado.