La inversión fija bruta en México retrocedió un 1.4% mensual y un 6.4% interanual en junio, según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta situación termina confirmando una tendencia descendente en la formación de capital empresarial.
El estratega de investigación de mercados de Pepperstone, Felipe Barragán, advirtió: “la situación de la inversión en México se ha vuelto aún más sombría. El mensaje que envían las cifras es claro: las empresas no están invirtiendo su dinero”.
Las crecientes caídas de doble dígito en maquinaria, equipo y construcción marcaron un mayor deterioro en los últimos meses. Barragán señaló que la contracción es preocupante porque “la inversión suele impulsar la confianza y el crecimiento”, y dejó abierta la incógnita sobre si el consumo podrá sostener la economía en solitario.
En los mercados, la señal fue inmediata. La menor inversión en capital fijo redujo las expectativas de crecimiento a mediano plazo y debilitó la confianza en el peso mexicano , al frenar la entrada de flujos en el mercado de divisas. Barragán explicó que “la ralentización de la inversión frena la fortaleza del peso al socavar la confianza en el mercado de divisas a plazo y erosionar la confianza de los inversores”.
Dicho escenario también representa un desafío para el Banco de México (Banxico). Con la inflación aún en niveles elevados y la economía mostrando signos de debilidad, la institución enfrenta un dilema. “El crecimiento se está debilitando, la inflación se mantiene alta y la credibilidad no es negociable. Esta combinación aboga por recortes graduales y condicionales de los tipos de interés que atenúen el atractivo del tipo real del peso”, puntualizó el analista.
Estructuralmente, el peso enfrenta vientos en contra mientras no repunte la inversión privada. Un cambio de tendencia en la inversión pública o residencial podría dar margen a Banxico para flexibilizar su política monetaria y aliviar la presión sobre la moneda. Barragán remarcó que “sin un cambio de tendencia en la inversión empresarial, especialmente en maquinaria, equipos y construcción, las perspectivas se inclinan hacia un peso mexicano estable o ligeramente más débil”.
A raíz de su análisis brindado para Notipress, el especialista de Pepperstone concluyó que los últimos datos proyectan una advertencia para el futuro inmediato. “Esto pone de relieve que el motor de crecimiento de México sigue siendo frágil y obliga a Banxico a seguir una política cautelosa, lo que deja al peso vulnerable, no al colapso, sino a la inercia” señaló.
NotiPress/Carlos Ortíz
