Por: Omar Castrejón.- Como consultor de medios sociales, parte de mi trabajo requiere hacer un monitoreo de la conversación que se da en las diferentes plataformas digitales sobre temas de interés particular y general; al seguir la conversación que se genera en Querétaro me he topado con un fenómeno lamentable al que he llamado “El ataque de los troles”, sucede en las dos plataformas más influyentes, Facebook y Twitter, en la primera principalmente por el número de usuarios y por el diseño de seguimiento el fenómeno es más disperso, en la segunda, ya que su relevancia radica no sólo en su alcance sino también en que ahí se establece un vínculo de comunicación entre ciudadanos y quienes sirven en alguna función o cargo público.
El usuario de Twitter es generalmente muy informado y muchas veces interactúa con cuentas institucionales y de servidores públicos para hacer peticiones, críticas o denuncias, este es un elemento importante ya que pone al alcance de la ciudadanía una forma de comunicarse directamente con las instituciones y funcionarios encargados en cada área de responsabilidad gubernamental, además de esto ahí se generan las tendencias en la conversación que permiten tener un pulso del “sentimiento” de la ciudadanía sobre diversos temas que son de mayor interés, generando una muestra representativa sobre la percepción de la población; pero en la comunidad de Twitter en Querétaro y probablemente en otras entidades del país, está sucediendo desde hace tiempo un suceso desafortunado, me refiero a un esfuerzo coordinado de troles que tratan de desacreditar a servidores públicos y a instituciones gubernamentales y de la sociedad civil al interactuar de forma agresiva con sus cuentas, respondiendo a cada publicación de forma sarcástica e irrespetuosa en un intento por desvirtuar o descalificar.
Los troles son cuentas que se manejan con un perfil anónimo, generalmente no utilizan un nombre real y su foto de perfil es un personaje animado, ficticio o simplemente sólo una imagen con un texto, sus publicaciones tratan de ser graciosas y utilizan frecuentemente memes para la sátira, nunca responden preguntas personales ni publican imágenes o contenido personal, están pendientes de cada suceso desafortunado, como eventos delictivos o incidentes que puedan aprovechar en su intención de “grillar” al gobierno, utilizando el método de desinformación y buscando que sus contenidos se hagan virales para causar una provocación a la ciudadanía y tratar de aumentar de manera artificial la percepción de descontento o de inseguridad en la población, también son atizadores del malestar ciudadano cuando hay quejas sobre servicios públicos que siendo legítimas, son utilizadas de esta forma para azuzar un malestar o emociones negativas; los troles publican 24/7 no tienen descanso, aparentemente no tienen otras actividades personales o de trabajo, utilizan algunas pocas cuentas de mayor alcance y sus contenido son replicados y comentados por cuentas secundarias de pocos seguidores, estos troles pertenecen o están apoyados por grupos con intereses políticos de donde son financiados y apoyados con recursos tecnológicos para continuar y ampliar su guerra de desinformación.
Las redes sociales son una herramienta valiosa que nos empodera ampliando el rango de aquellos a quienes puede llegar nuestro mensaje y nos permite acceder a la información sobre lo que sucede en nuestro entorno e interactuar con quien genera esta información en tiempo real así que vale la pena tener cuidado de quiénes usan estos canales para manipular y desestabilizar, si aprendemos a utilizar mejor las plataformas y somos más selectivos podremos aprovechar de manera más segura y efectiva a “las benditas redes sociales”.
Publicación original:
http://omar-castrejon.blogspot.com/2019/03/el-ataque-de-los-troles.html
