Piensen en todo lo que pasa en el mundo, vamos de lo macro a lo micro, los países que viven en guerra, ¿será porque aman demasiado? O porque odian demasiado a alguien o a algo, piensen, no les importa cuántas personas mueren en el nombre de Alá o de quien sea, para mí todo eso es odio, coraje, venganza, ambición, ¿en qué cabeza cabe que eso es amor? A qué hora entra ahí el verbo amar, si es maldad pura, entonces vuelvo y les digo que el odio es más poderoso que el amor, mata más, daña más, hace más, no permite ceder, no permite ver al otro, no deja nada a su paso, es más, no le deja un espacio al amor, el amor queda rezagado y por mucho, una persona capaz de matar o mandar matar aquí y en cualquier parte del mundo está llena de odio, de soberbia, de todo lo más bajo que existe en una persona, y por favor dejemos de lado que la historia, los temas políticos, vamos a enfocarnos en las personas que son quienes toman las decisiones, son personas cargadas de odio y de maldad, y bueno digo yo, deben existir buenos y malos, pero por favor que sean los menos, o que no sean gobernantes, porque su odio es expansivo, con lo que digo ¿ya van entrando en razón? El odio se contagia y contamina más fácil que el amor, las pruebas están ahí.
Vayamos acercándonos más a nuestro entorno, en nuestro país, ¿por qué matan a tantas personas todos los días, Seguramente por amor? ¡Claro que no! por odio y todo lo que eso significa, el odio es avaricia, rencor, venganza, coraje, les digo que es un sentimiento bien poderoso, que hace muchas cosas, que mueve más que el amor, me imagino al amor ahí todo lento, apachurrado, desinflado o moribundo, perezoso, vamos a nuestro grupo más íntimo; ¿a quién odiamos? O por lo menos no amamos o no queremos a pesar de ser alguien cercano, quizás no lleguemos a odiar así tal cual, pero vamos en esa tendencia con excusas, pues “el orgullo”, la indiferencia, la exclusión son parte del odio en miniatura, el problema es que les digo el odio es expansivo y contagioso, comienza por algo pequeño, pero cuando se extiende se convierte en un monstruo que arrasa con todo a su paso, acaba con familias completas, con colonias, barrios, ciudades y países. No estoy exagerando, solo volteen a ver a nuestro país, unos y otros llenos de rabia, como si se tratara de estar siempre en lucha, movidos y dejándonos mover por el coraje, con esto no quiero decir que toda la vida sea siempre miel sobre hojuelas, pero sí que reflexionemos ¿por qué tenemos tanto coraje? ¿Por qué buscamos dañar en lugar de ayudar? ¿Por qué promovemos el odio? Si vivir odiando, vivir enojado es muy cansado, es desgastante, es mejor vivir amando, ¿no creen?
Yo me acuerdo que mi mamá nos pedía,” obligaba” a perdonarnos entre hermanos para las navidades, porque suponía que estábamos a ahí para festejar el nacimiento de Jesucristo, (a pesar de que según las investigaciones Jesús nació en la primavera), pero para nosotros en el invierno, entonces en la lógica de mi madre todos teníamos que estar en paz y dejar todo atrás, a veces eso era muy forzado, pero servía para comenzar de nuevo, y les estoy hablando de que nuestros pleitos de niños eran por cosas insignificantes, pero ya saben el orgullo y el coraje son bien poderosos, yo me doy cuenta que son más poderosos que el amor; hay muchas frases que se dicen y pasan de generación en generación, sin siquiera reflexionarlas; por ejemplo “el amor mueve montañas”, “el amor todo lo puede”; y yo lo dudo mucho, “el odio es más poderoso”, hace más cosas, nos mueve a hacer más cosas, piensen y verán; y no se pongan incómodos, estoy diciendo que es más poderoso no que sea más bueno o mejor.
Mi invitación hoy y siempre es a darse cuenta,
, ¿los quiero eliminar a toda costa? Aunque debo ser franca, hay personas a las que sí quiero eliminar y digo que no las odio, simplemente las veo como testigo de su maldad y de su poder y no lo soporto se me hace injusto. Los dejo hoy en esa reflexión para generar más amor desde nosotros, menos odio, o por lo menos bajar su intensidad, modificar lo que haya que modificar, pedir perdón, perdonar, seguir, avanzar y amar…
