No cabe duda de que el sistema carcelario de Estados Unidos de América es un gran negocio; en el año 2014 había más de 2 millones 364 presos en cárceles estadounidenses, de ellos,más de 25 mil eran de origen mexicano; la gran mayoría son personas de raza afroamericana.
La corrupción judicial en esa nación, apoyada por los grandes intereses de las principales empresas como la Coca Cola, AT & T, Verizon, Walmart, Pharma, entre muchas más que a través de la denominada ALEC (American Legislative Exchange Council) aportan elevados recursos financieros y cabildean en Washington, DC con los diputados (Representatives) y Senadores de ese país,para que aprueben las Leyes y Reformas de interés particular de esas compañías.
ALEC se conforma como un “Club Político” de carácter privado,se encarga de efectuar las Relaciones Públicas con los políticos tomadores de importantes decisiones (“Decision Makers”) y las grandes organizaciones empresariales.
En la época de la presidencia de William (“Bill”) Clinton, éste ordenó el sistema penal denominado “3 Faltas”(“Three Strikes”), por menores que éstas fuesen, ya en la tercera de ellas se dictaban sentencias de cárcel de por vida.
Así, se colmaron muchas prisiones, con ello se favorecieron a las empresas que se dedicaban a la administración de las cárceles estadounidenses.
De esa manera, se inició el apetecible “modelo” de privatización de Correccionales, como de las prisiones de la unión americana. El gran negocio redondo del sistema judicial norteamericano. Espero que no lo “copien” en México; eso prolongaría el sistema vigente de corrupción generalizada y de impunidad en nuestro país.
La ALEC comenzó a gozar de presencia en los años en que Ronald Reagan era presidente, con casi 40 años de funcionamiento.
Paradójicamente, Walmart (en EUA) es el mayor proveedor y vendedor de armas al público en general y se aprovechó de la ALEC para que se legislara la libre venta de las mismas en ese país.
Ahora bien, sin pretender que esa compañía sea la causante de la indiscriminada venta de poco más de 2 mil armas mensuales hacia territorio mexicano, de las cuáles muchas de ellas estarán en manos de la delincuencia organizada, sumarían 730 mil anualmente.
Sí es menester mencionar que no es fortuita las serie de acciones de homicidios y robos utilizando armamento de fácil adquisición en el vecino país del norte.
Por otro lado, la Corrections Corporation of America (conocida por sus siglas como la CCA), remítase a su página electrónica (cfr. www.cca.com) en el año de 1983 inició como una pequeña empresa encargada de administrar cárceles. Les facilitó el accionar impuesto por el entonces presidente “Bill” Clinton con el famoso sistema de 3 faltas y pasaba a la cárcel indefinida.
Para el 2014, el monto anual de ganancias de las prisiones privadas ascendía a 1.7 billones de dólares.
La CCA asumió la encomienda de administrar las prisiones temporales para los miles de inmigrantes mexicanos indocumentados y de aquellos procedentes de otras naciones, que incursionaron en territorio estadounidense.
Ejemplo, en el estado de Arizona, sobre todo en el Condado de Maricopa, las cárceles están atiborradas de inmigrantes ilegales (así lo señalan las propias autoridades de ese país). Eso le ha reportado grandes ganancias para la CCA.
Desde el año 2008, la ALEC ha impulsado la política de “Libertad condicional” (“Parol”), siempre y cuando se les coloquen a los ex convictos brazaletes electrónicos en sus tobillos, a fin de que no abandonen sus domicilios. Es decir, se encuentran presos en sus propias casas.
Otro de los negocios de colocar dichos brazaletes es parte de la industria que monitorea, por medio del sistema conocido como GPS (Global Position System), para evitar que no se fuguen los presos de sus respectivos domicilios.
Como ustedes pueden apreciar, esa es otra parte del “jugoso mercado” en el caso de los proveedores electrónicos.
Por otra parte, los presos deben trabajar como mínimo una hora y media, para tener derecho a realizar una llamada telefónica a sus familiares, siempre y cuando ésta no exceda de los 10 minutos.
Por supuesto que también ahí encontramos uno más de los negocios en los que participan las empresas telefónicas que suministran los servicios de telefonía a las prisiones.
El año de 2014 fue muy redituable para las empresas telefónicas -como la Secures Technologies- que se embolsaron 114 millones de dólares.
Desde luego que el sistema carcelario en la unión americana es sinónimo de grandes ganancias, por ello, en parte, existe la sobre población en las cárceles.
Ahí ganan todos los que intervienen en esa espiral: “lobistas”, legisladores (o Congresistas), Jueces, empresas de todo tipo; menos los presos.
Algunos proveedores de servicios del sistema carcelario masivo son Aramark (suministra alimentos, Corizon Health Care, con presencia en 28 de los 50 estados proporciona servicios de salud, con los consabidos ingresos anuales multumillonarios.
Otro caso sonado de empresas de esa “industria” carcelaria se agrupan en la National Corrections Industries Association (NCIA); donde la misma empresa Unicor, en el año 2015, obtuvo ganancias por 900 millones de dólares.
!Vaya! Hasta los sistemas de tele-guía de los cohetes tele-dirigidos “Patriot”, que se utilizaron en la invasión de EUA en Irak, en época del entonces presidente George W.Bush (Senior) los han llegado a manufacturar los mismos presos.
También encontramos que las famosas compañías “J.C. Penney” (ropa), de “Victoria’s Secret” , entre otras más, han participado de la mano de obra barata de los reclusos.
De lo antes descrito, se puede inferir que cualquier persona cuerda podrá mencionar que ese tipo de labores serían considerados como “esclavismo” sui géneris, aún y cuando se encuentren tipificados como actos “legales” laborales para la instancia Judicial y laboral de esa nación.
Sin embargo, todo ello se encuentra sustentado como “actos legales”, de acuerdo con lo claramente dispuesto en la denominada “Enmienda 13″ de la Constitución Política de los Estados Unidos de América, misma que señala que:”No habrá servidumbre Involuntaria, excepto para los convictos por un delito”.
En esta última y laxa categoría puede caber cualquier tipo de imposición de actos considerados como de “esclavismo carcelario”, por parte de la Justicia estadounidense.
¿Es ese el “civilizado” ejemplo del sistema de Justicia Penal norteamericano que se jacta de ser “fiel observante” de la Democracia, de que vela a favor de los Derechos fundamentales del ser humano?
El “arrendamiento de esclavos y presos” es una realidad del encarcelamiento masivo en los Estados Unidos de América.
Nos preguntamos: ¿existe la dignidad y la tolerancia en el Sistema de Justicia norteamericano?
En la actualidad, hay poco más de 2.5 millones de presos en ese país.
¿Eso habla de ser un país libre? Donde funcionarios, como el Sheriff del estado de Massachussetts ofrece llevar presos para construir el Muro fronterizo de Donald Trump.
Cabe señalar que el 97% de los presos nunca ha tenido un verdadero Juicio; fueron presionados para “negociar” la reducción de las sentencias.
Si el 100% de las personas fuese a Juicio, el sistema carcelario colapsaría y dejaría de ser un negocio redondo; así de sencillo.
La mayoría de presos están privados de su libertad, porque no pudieron pagar sus respectivas fianzas. Esto último también es un gran negocio para ese tipo de empresas (“Bails Offices”).
En consecuencia, tanto allende nuestra frontera norte de México, como en nuestra nación se necesita la verdadera “Reconstrucción del Sistema de Justicia Penal y de mejoras en la vida para la población carcelaria”.
@JROLDANA