Por: Jesús Roldán Acosta.
Es lo que claramente ha evidenciado la autoridad de la UAQ, en persona de su Rector, Doctor Gilberto Herrera Ruiz, al conducirse -mediante manera imprudente- a través de sus “personeros” sin que él haya presentado a las mesas de diálogo, a la que ha sido llamado por la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Ese empecinamiento autoritario manifestado por la autoridad universitaria de esa Máxima Casa de Estudios únicamente refleja verdadera intransigencia y presión hacia la clase trabajadora.
¿Dónde está la “cultura solidaria” del SUPAUAQ para con los trabajadores adscritos al STEUAQ?
No nos hagamos ilusos, la comunidad universitaria conoce bien acerca del comportamiento del ex secretario General del SUPAUAQ, el ingeniero Angel Balderas Puga (Consejero estatal de MORENA), cuyo apoyo amplio fue hacia el Doctor Gilberto Herrera Ruiz, al tiempo que éste apoyaba a Herrera Ruiz. Lo contradictorio es el SUPAUAQ haya aceptado “sin chistar” el frugal aumento del 3.15% ofrecido por la UAQ.
¿No es acaso una aberrante contradicción lo maniobrado por Ángel Balderas Puga? Ya que aún y cuando ya no funge como Secretario General del SUPAUAQ; sin embargo, el sucesor de éste se le considera como su incondicional alfil político y fácilmente manipulable.
O sea, cuando así le conviene, Balderas Puga se pone la casaca de representante de las bases oprimidas, de las que tanto hace alharaca su “líder” máximo Andrés Manuel López Obrador (AMLO)?
Este sombrío personaje de pseudo izquierda es simplemente convenenciero y vividor del sistema que le beneficia a él, más no a los que dice representar: la gente.
Hagamos una síntesis acerca de esta problemática, que según Herrera Ruiz- hace que la UAQ esté perdiendo 6 millones de pesos por día, al estar cerrada los diferentes Campi. Es menester señalar que esa es una mentira e impreciso, ya que sólo hizo un prorateo del presupuesto anual y lo ha dividido por los días no laborados.
Esa opinión es una falacia, ya que ese ardid lo considera únicamente como el gasto corriente, más no precisa acerca de los gastos variables, en tanto que al no haber actividades no se consume: agua, papelería, uso de los servicios telefónicos, entre otros.
O sea, Herrera Ruiz una vez más engaña, con verdades a medias.
Estimado lector, recordemos que en esta dinámica del conflicto laboral le ha estado afectando no sólo a los más de 28 mil alumnos, sino también a los académicos, al avance de las áreas de investigación y a los propios trabajadores sindicalizados, al haberse presentado importantes y flagrantes Violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo, vigente desde hace 40 años. Entre otros aspectos, al no entregar Reportes en cuanto a las cuotas sindicales del último año; por el contrario, la Rectoría pretende que ese Reporte considerando los 3 últimos años. Las cuotas ordinarias y extraordinarias las descartarían vía el Sindicato.
Se presume que ese proceso, viciado de origen, estaría contribuyendo para diluir y ganar más tiempo a favor de la Rectoría y en consecuencia, se olvide el presumible y por demás considerable “boquete financiero” de muchos millones de pesos.
Otro hecho específico, que llamó la atención ocurrió el pasado mes de diciembre, cuando cerca de 500 jubilados intervinieron en plena Sesión del Consejo Universitario de la UAQ, para alzar su voz y exigir el pago inmediato de su aguinaldo, que por Ley les corresponde. Ese hecho a todas luces vislumbró los severos problemas financieros en el apartado del gasto corriente.
La sección de jubilados que antes había apoyado al Doctor Gilberto Herrera Ruiz (en la primera elección), ahora se ha visto desprotegida por éste; se sintieron desanimados.
Una vez más, el STEUAQ solicita se respete la Autonomía Sindical y en consecuencia, la No injerencia de las autoridades universitarias.
La Rectoría ha estado presionando para que ocurra la exclusión del Comité Directivo sindical, especialmente de su dirigente, María Antonieta Laura Leyva Saavedra. Esta última -ha insistido- que no se está pugnando por el reconocimiento por parte de la autoridad universitaria; a pies juntilla, considero que el Laudo arbitral lo ganará finalmente el STEUAQ.
Es significativo reconocer respecto al público pronunciamiento realizado por la comunidad académica de la Facultad de Contaduría y Administración, en la que expresan su respeto al movimiento de huelga del STEUAQ. Al tiempo que conminan a las partes involucradas (Rectoría y este gremio sindical) a que encuentren expedita solución al conflicto que lleva poco más de 10 días.
Caso similar sucedió, cuando la rectoría les solicitó a todos los (14) directores de Facultades y Escuelas, para que firmaran un desplegado, que a la postre lo habrían publicado en medios locales; sin embargo, para que hubieses procedido debió ser resultado de la aprobación Unánime; se eximieron de participar en el juego del Rector 4 directores Generales (Facultad de Contaduría y Administración; Bellas Artes, Escuela Preparatoria e Informática).
Con lo anterior nos percatamos que el mismo Gilberto Herrera Ruiz ya no cuenta con la aplanadora de votos de esos funcionarios universitarios; falta un año y medio para las elecciones en rectoría.
El Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UAQ, una vez más le exhorta al rector de esa Máxima Casa de Estudios para que se presente a las mesas de diálogo (negociación), a fin de llegar a un acuerdo razonable (equitativo y justo).
No más, ni menos.
Justo es de reconocer que la huelga se derivó por la clara y manifiesta Violación a la Ley Federal del Trabajo, así como al Contrato Colectivo de Trabajo, cuya vigencia data de poco más de 40 años. Es menester señalar que ese farragoso proceso, que ha conllevado a una fuerte incertidumbre para la base de los trabajadores tiene sus antecedentes de varios meses atrás.
El STEUAQ, en voz de su dirigente, Laura Leyva Saavedra no está interesado en buscar un aumento económico que sobrepase el 3.15%, que le fue otorgado al SUPAUAQ; por el contrario, le requieren al Rector que se les respeten sus derechos como trabajadores universitarios.
Es tal el punto de ebullición social y política que el propio gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién hace varias horas hizo pública su posición, a fin de llamar a las partes del presente conflicto para que le pongan un remedio al presente problema de la huelga, ya que van de por medio el interés de poco más de 28 mil estudiantes que desean labrarse un mejor futuro.
Algunos pensarían que esa postura del gobierno estatal en lugar de mediar, estaría dejando su postura neutral y respetuosa del conflicto laboral; son aristas que cada quien debe considerar y analizar.
En lo que a mí concierne, no lo considero como intromisión o falto a la neutralidad, más bien, Domínguez Servién se hace eco de muchas voces indignadas y hartas de ese desgastante proceso de huelga que podría, de no contenerse, en mayores desproporciones, al echar mano de la “solidaridad” de otras agrupaciones sindicales, como el de los telefonistas, la UNT; éstas dos últimas son muestra clara e influencia del sempiterno dirigente sindical de los Telefonistas de la República Mexicana, Francisco Hernández Juárez, el mismo que lleva más de 36 años de “líder sindical “charro”, no olvidemos que la bandera por la que derrocó a su antecesor era con su consigna de “No Reelección”, ha faltado desde entonces a su palabra.
Recordemos que Francisco Hernández Juárez por muchos años fue apoyado por el otrora octogenario dirigente nacional de la CTM, Fidel Velázquez Sánchez.
Lo que sí verdaderamente debe importar es el presente y futuro de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ); si es que son pulcramente respetuosos de la frase acuñada a José Vasconcelos: “Educar en la Verdad y en el Honor”.
Así que, señores; a respetar el destino de todos aquellos que históricamente y de una u otra manera han sembrado el porvenir de la sociedad queretana, a través de la institución universitaria: la UAQ.
@JROLDANA