Muchas veces nos preguntan si somos felices y la gran mayoría de las veces titubeamos, es como si nos pidieran resolver una ecuación, hay muchas personas con las que platico y me dicen “fíjate que soy muy feliz”, pero extrañamente me lo dicen enojadas, y siendo muy estrictos mi pregunta sería ¿estar enojado te hace feliz? Y esta persona diría no, yo no estoy enojada, y así como se la están imaginando con el ceño fruncido, -yo ya no me enojo, tomo las cosas de quien vienen, yo puras cosas positivas, ya lo negativo lo deje atrás, ya cambié mucho, etcétera, ¿han escuchado a alguien decir todo eso? Y no es por criticar, pero les cuento que es muy poco probable que esa persona sea feliz, quizás se quiera convencer a ella misma de que es feliz o quizás quiera convencer a los demás de que es feliz, seamos claros, la felicidad no se puede ocultar, ni el amor ni el dinero, así que a una persona feliz se le nota, no necesita explicar ni justificar nada, su estar es el que habla por ella.
Saben, la felicidad es un sentimiento “conteniente y dependiente” a veces contiene alegría, a veces contiene placer, a veces contiene paz, y se presenta dependiendo de las circunstancias, por ejemplo, si estamos en una situación de riesgo de vida como salir de una enfermedad como el cáncer, el simple hecho de que nuestra situación cambie ya nos da ese alivio, nos sentimos liberados, agradecidos, esa es “felicidad”, pero nos da miedo decirlo porque pensamos que la felicidad es otra cosa, si estamos desesperados porque no tenemos trabajo y estamos sin dinero para pagar la renta o cualquier cosa y de repente nos llaman para contratarnos, nos ponemos felices ¿sí o no? Esa felicidad contiene logro, satisfacción, si pasamos el examen de admisión a una universidad también nos da felicidad, si nos deleitamos con una comida favorita también nos da felicidad a manera de placer, si compramos un carro seguramente también nos va a dar felicidad porque se presenta a manera de comodidad, de satisfacción, de logro, si viajamos y conocemos lugares que queríamos conocer, también nos da felicidad a manera de novedad, de aprender, si nos encontramos con amigos seguramente también nos da felicidad, porque seguramente nos sentimos aceptados, identificados, en amistad, cercanía, interrelación, si nos casamos con el amor de nuestra vida, la felicidad se presenta a manera de amor, pasión, deseo, compañerismo, complicidad, logro, esperanza, ilusión, si bailamos o cantamos también nos sentimos felices porque el movimiento mueve la energía, cambia el estado de ánimo, las endorfinas que se producen al bailar y cantar son las causantes de “la felicidad”.
Nos han vendido la idea de que la felicidad es inalcanzable, he leído y he escuchado a gente “bien preparada”, bien famosa, que dice “la felicidad es pasajera”, “la felicidad no existe”, “la felicidad solo se logra cuando te desprendes de todo lo material”, “la felicidad es inalcanzable”, “la felicidad es una fantasía”, “la felicidad es para sabios”, o para el Dalai Lama o seres muy elevados; entiendo yo, que hablan desde su experiencia, entonces yo hablaré desde la mía, “tengo derecho”; lo que creo es que la “felicidad tiene que ver con el nivel de conciencia” (existen cuatro niveles de conciencia), entonces se trata de elevar el nivel de conciencia para ser felices, porque la felicidad es muchas cosas “es conteniente y dependiente”, contiene diferentes sentimientos y depende de las circunstancias de vida; para entender esto les explico; las personas que se encuentran en la Franja de Gaza (en guerra) se enteraron de que habría una treguade cuatro días sin bombardeos, ¿saben qué hicieron? Lloraron, agradecieron, se hincaron, rezaron, brincaron, cantaron ¿por qué? Por estar a salvo, por tener un poco de paz, no tuvieron que ir al fondo de sí mismos, ni compraron un auto, ni se sacaron la lotería, lo único que sucedió fue que cambió su situación, entonces la felicidad depende de las circunstancias, hay veces que tan sólo el hecho de llegar al baño nos puede dar felicidad, aunque no me lo crean, piénselo y verán.
Entiendo yo, que hay situaciones de mucho dolor, de mucha injusticia de mucha necesidad y que me van a decir que ahí no cabe la palabra felicidad y entonces les digo, que la felicidad puede estar a manera de resignación, de aceptación, de paz, de quietud y de remanso, y nos es que me sienta feliz por mi tragedia es que estoy feliz a pesar de mi tragedia.
¿Cómo aumento mi nivel de conciencia y felicidad?
Cuando te despiertas y si eres de las personas que hacen un ritual, digo pequeño, porque ya sé que todos andamos a las carreras, rezas, oras o simplemente respiras y agradeces el amanecer (y luego el café), eso te va a poner en modo feliz (va a contener paz y placer o gozo), pero hay que detenerse y respirar profundo más de una vez, es “obligatorio”, oxigenar al cerebro, detener un poco el ritmo del pensamiento para enfocarlo en lo que queremos; escucho una gran cantidad de personas que dicen “yo agradezco todos los días cuando amanezco”, entonces ya nada más les hace falta la otra parte, hacer conciencia, respirando y deteniéndose.
Y como en esta vida todo es práctica, constancia y aprendizaje, nada es gratuito, hay que trabajar, hacerlo todos los días o una vez a la semana, los beneficios son muy grandes…entonces, la conciencia y la felicidad se tienen que practicar, se tienen que promover, se tienen que experimentar y, lo más seguro, es que se comparta, así de fácil.
Los invito a probar esto de hacer esos ejercicios de reflexión, pero les insisto se trata de detenerse, respirar muy profundo, no solo con el pensamiento, es hacerlo explícito,o prestarle la voz al sentimiento y dejarlo salir, los que profesan una religión pues hagan lo propio desde que amanece para tener un día productivo o positivo y luego antes de dormir un momento reflexivo, si les cuesta mucho trabajo porque tienen que atender niños, háganlo con los niños, es un buen hábito, cuando alguien se hace consciente se le nota en su manera de pensar, de actuar, de reaccionar, la felicidad es algo que viene en distintas presentaciones, y podemos elegir tener una vida feliz, una vida más llevadera, una energía más positiva para lidiar con los retos o hundirnos en la tragedia. Nuestras tareas las podemos hacer cantando y bailando o llorando y renegando, “nosotros decidimos, nosotros mandamos en nosotros”.
Dra. Blanca E. Almanza León.
