El Consejo Consultivo del Agua del Estado advirtió que el proyecto “El Batán, Agua para Todos” debe replantearse bajo criterios técnicos, sociales y de sostenibilidad, para garantizar la seguridad hídrica y la confianza ciudadana.
Durante la presentación del programa hídrico estatal, el organismo reiteró que la solución al déficit de agua en Querétaro no debe depender de un solo proyecto, sino de un plan maestro integral de cuenca, que priorice el uso eficiente de las fuentes existentes antes de apostar por nuevas obras.
“El agua no puede dividirnos, debe ser un instrumento de unidad. Querétaro necesita avanzar hacia el reúso y aprovechamiento responsable del recurso, pero con bases técnicas incuestionables, transparencia y participación ciudadana”, subrayó el Consejo.
Un rol técnico en medio de la polarización
El Consejo aclaró que su papel no es aprobar ni rechazar proyectos, sino evaluarlos con criterios técnicos y una visión integral.
“Hoy la conversación pública, desgraciadamente, está polarizada. Se alimenta de crítica desinformada, sí, pero también de cuestionamientos legítimos y propuestas valiosas que conviven en una mayoría silenciosa. Esa mayoría requiere certezas, salud, tarifas justas y reglas de juego muy claras”, señalaron.
Medidas clave para replantear El Batán
El organismo delineó ocho puntos fundamentales que deberían guiar la revisión del proyecto:
- Evaluación integral de proyectos de reúso agrícola, industrial y de recarga de acuíferos, priorizando la atención al déficit actual.
- Diseño de un estudio maestro que contemple distintos escenarios de gestión del agua, con una ruta de socialización previa.
- Educación y socialización comunitaria sostenida para construir confianza en torno a este tipo de proyectos.
- Validación de tecnologías propuestas, comparando eficiencia, consumo energético, capacidad operativa, generación de residuos y costos.
- Análisis de riesgos ambientales, considerando el papel de El Batán o de cualquier infraestructura como amortiguador ecológico.
- Monitoreo continuo e independiente de la calidad del agua de reúso, con indicadores públicos, alertas tempranas y auditorías.
- Transparencia plena en datos técnicos y financieros, certificaciones y auditorías externas.
- Gobernanza participativa y vinculante, que otorgue a la ciudadanía y especialistas capacidad de ajustar o detener operaciones si fuese necesario.
Un plan maestro como brújula hídrica
El Consejo subrayó que el Plan Querétaro 2050 debe ser la guía de largo plazo en la materia, integrando acciones inmediatas, metas verificables y criterios de sostenibilidad.
“El agua en Querétaro debe gestionarse con responsabilidad social, evidencia técnica y transparencia absoluta. Cualquier proyecto debe ser un compromiso con la salud pública y la seguridad hídrica”, afirmó el organismo, reiterando que su postura es apartidista y responde únicamente al derecho ciudadano de acceso al agua.
Con firmeza, el Consejo Consultivo cerró con un mensaje: “El futuro hídrico de Querétaro no depende de una obra, sino de un proceso integral que ponga en el centro la responsabilidad, la transparencia y la participación de todas y todos”.
