Un nuevo informe de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) de 2024 revela una marcada desigualdad en la distribución del tiempo de trabajo en México, donde las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres a las tareas no remuneradas, como el trabajo doméstico y de cuidados.
El estudio, que analizó el tiempo total de trabajo (TTT) —que incluye el trabajo para el mercado, el no remunerado y el de autoconsumo—, encontró que las mujeres mexicanas trabajaron en promedio 61.1 horas a la semana, 3.1 horas más que los hombres1. Esta diferencia se acentúa aún más al analizar el tipo de actividad.

Mientras los hombres destinaron casi el doble de su tiempo a trabajo para el mercado (actividades remuneradas), las mujeres asumieron el 66.8% del trabajo no remunerado, principalmente en labores de limpieza, preparación de alimentos y cuidado de personas, frente al 33.2% dedicado por los hombres.

- Trabajo no remunerado doméstico, de cuidados, comunitario y voluntario: Este tipo de trabajo no genera ingresos económicos para la persona que lo realiza, pero sí produce bienes o servicios que satisfacen necesidades de otros. Incluye el cuidado de niños, adultos mayores, o personas con discapacidad, la preparación de alimentos, la limpieza del hogar y las tareas de mantenimiento. También abarca el trabajo que se hace para la comunidad, como participar en juntas vecinales, en actividades voluntarias o en grupos que ayudan a otros.
- Trabajo no remunerado de producción de autoconsumo: Este tipo de trabajo produce bienes o servicios para el uso y consumo del propio hogar o persona. No se vende en el mercado. Algunos ejemplos son la producción de alimentos en una huerta casera para la familia, la reparación de una vivienda por los propios habitantes, o la fabricación de ropa para uso personal.
- Trabajo para el mercado: El trabajo para el mercado es la actividad que se realiza a cambio de un salario o remuneración, ya sea en dinero o en especie. Este tipo de trabajo produce bienes y servicios que se venden en el mercado. Un ejemplo es la producción de productos agrícolas que se venden, o el trabajo en una oficina a cambio de un sueldo.
Cargas laborales y brechas regionales
El reporte destaca que el promedio nacional de TTT es de 59.6 horas a la semana. Sin embargo, esta cifra varía significativamente por región.
Querétaro se posiciona entre las tres entidades con mayor carga total de trabajo, con un promedio de 64.2 horas por semana. Solo es superado por Hidalgo (65.6 horas) y seguido de cerca por Durango (64.1 horas).

A pesar de la alta carga laboral en Querétaro, la brecha de género en el TTT es de 5.2 horas a la semana, lo que indica que las mujeres en el estado dedican en promedio 5.2 horas más al TTT que los hombres, precisamente por el trabajo no remunerado extra que realizan.
Aunque significativa, esta cifra es menor a la de los estados con la mayor brecha, como Oaxaca (8.4 horas), Nayarit (7.1 horas) y Guerrero (7.1 horas).
En cuanto a las tareas domésticas, la brecha más grande a nivel nacional se observó en la preparación de alimentos, con mujeres dedicando en promedio 13 horas a la semana, 8.3 horas más que los hombres.

Modalidades de trabajo y deseos de cambio
El informe también analizó las nuevas modalidades de trabajo. Aunque la mayoría de la población trabaja de manera presencial, la modalidad virtual fue ligeramente más común entre las mujeres. Quienes trabajaron de manera virtual dedicaron significativamente menos horas al trabajo remunerado (37.6 horas) que sus contrapartes presenciales o híbridos.

Curiosamente, el estudio encontró un deseo de cambio en el uso del tiempo.
Un 68.2% de los hombres, frente al 62.4% de las mujeres, expresaron el deseo de pasar más tiempo cuidando a sus familias. Por otro lado, un 15.2% de las mujeres, en comparación con solo el 6.4% de los hombres, desearían dedicar menos tiempo a las actividades domésticas. Esta nueva información subraya la urgencia de políticas que promuevan una distribución más equitativa del trabajo en los hogares y la sociedad, reconociendo el valor del trabajo no remunerado y su impacto en la calidad de vida de las mujeres mexicanas.
