La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el uso preventivo del lenacapavir, un fármaco diseñado para reducir el riesgo de contagio del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Esta decisión posiciona al lenacapavir como la primera inyección semestral con aval federal para prevenir la transmisión del virus.
Este medicamento, desarrollado por la farmacéutica Gilead Sciences, será comercializado bajo el nombre Yeztugo y se administrará en dos dosis anuales a personas con un peso mínimo de 35 kilogramos. Según datos de Gilead, en los ensayos clínicos “el lenacapavir demostró ser efectivo al 99.9% para prevenir el contagio del VIH por transmisión sexual en personas que pesan más de 35 kilogramos”. A pesar de su eficacia, el fármaco no genera memoria inmunológica y no sustituye el tratamiento para personas que ya viven con el virus.
Previamente, el lenacapavir contaba con autorizaciones para uso terapéutico en ciertos mercados internacionales. No obstante, la aprobación de la FDA representa la primera autorización formal para su uso profiláctico. Este tipo de estrategia médica busca proteger a las personas antes de la exposición al virus, especialmente en poblaciones con alto riesgo de infección.
La revista Science calificó al lenacapavir como “el avance científico más importante del 2024″, reconociendo su potencial impacto en la salud pública global. Gilead anunció su compromiso de fabricar 10 millones de dosis para 2026, lo que equivaldría a cubrir el tratamiento de aproximadamente 2.5 millones de personas en ese periodo.
“Este es un día histórico en la lucha que lleva décadas contra el VIH. Yeztugo es uno de los avances científicos más importantes de nuestro tiempo y ofrece una oportunidad muy real para ayudar a erradicar la epidemia del VIH”, declaró Daniel O’Day, presidente y director ejecutivo de Gilead.
Diversos sectores criticaron el alto precio del tratamiento por considerarlo inaccesible. En Estados Unidos, Yeztugo tendrá un costo de 28,218 dólares anuales por paciente. Esta cifra fue señalada como una barrera por organizaciones internacionales que advierten sobre su viabilidad en contextos de alta prevalencia del virus. Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA, afirmó: “El lenacapavir está fuera del alcance. Sin embargo, una herramienta transformadora solo lo es si la gente tiene acceso a ella”.
ONUSIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, mantiene el objetivo de erradicar el VIH como amenaza para la salud pública antes de 2030. No obstante, el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) advirtió que los esfuerzos globales actuales podrían no ser suficientes para cumplir dicha meta.
Gilead indicó que prepara solicitudes regulatorias adicionales en países como Argentina, México y Perú. Estas naciones dependen, en algunos casos, de la aprobación previa de la FDA para iniciar sus propios procesos de evaluación. La empresa también señaló que desarrolla estrategias para ampliar el acceso global, aunque no detalló fechas específicas ni mecanismos concretos.
“En vista del compromiso permanente de la empresa con las comunidades afectadas por el VIH, hemos estado desarrollando una estrategia para permitir un acceso amplio y sostenible a nivel mundial”, señaló un vocero de Gilead. Según estimaciones de especialistas, el medicamento podría ser accesible a través de licencias voluntarias dirigidas exclusivamente a países de bajos ingresos.
NotiPress/Martín Olivera
