La historia forma parte de una narrativa de construcción de identidad, esta responde a momentos y etapas desde una visión ideológica particular. En México, según la Revista Global de la UNAM, la historia de Independencia, es considerada por historiadores como una serie de recursos pedagógicos, cuyo objetivo era fomentar el nacionalismo y reafirmar al presidente como líder de la nación. Desde finales del siglo XIX hasta 1960, Gobiernos de México, dadas sus miras positivistas, dedicaron esfuerzos a mitificar héroes de la Independencia para generar un sentimiento de unidad por la patria.
En la actualidad, investigadores de diversas áreas han desmentido algunos hechos relacionados con la Independencia, con el objetivo de proporcionar una versión más crítica y con aspiraciones de objetividad de la historia. De esta forma, NotiPress recopiló algunos de los mitos de la Independencia identificados recientemente.
Hidalgo no gritó “Viva México”
Alfredo Ávila Rueda, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas, explica para la Revista Global de la UNAM, el llamado original de Hidalgo fue modificado. Así, asevera, el llamado original en Hidalgo era más corto, si bien si dijo ¡Viva la virgen de Guadalupe!, esto sucedió posterior al primer llamado. El cual se dio durante la llegada del cura, Miguel Hidalgo, a San Miguel, sin embargo, no hay testimonio de que haya dicho “Viva México”. El investigador argumenta, los diferentes “vivas” del grito se aumentaron con el paso del tiempo, especialmente después de la revolución.
Medios como la BBC, desmienten otros hechos en torno al sacerdote independentista. Por ejemplo, se dice que realmente no portaba un estandarte con la Virgen de Guadalupe. También, está confirmado, Hidalgo no fue quien tocó la campana de Dolores, Hidalgo, pues la parroquia no contaba con una cuerda tan larga como para hacer esto, fue el sacristán quien la hizo sonar.
Otros mitos rodean a personajes relacionados con el llamado de Independencia y la toma de la alhóndiga. Por ejemplo, se cree el pípila no fue un solo hombre, sino un grupo de personas que avanzó a la alhóndiga, protegiéndose con escudos improvisados. Josefa Ortíz de Domínguez es vista en el común imaginario como una persona mayor que servía a los insurgentes, sin embargo, durante el grito tenía 41 años y fue relevante en las diversas reuniones llevadas a cabo por los insurgentes.
NotiPress/Juan Manuel Flores