En 2021 serán 15 los gobernadores los que dejarán el cargo para el que fueron electos, de los cuales sólo tres lograron reducir la deuda pública estatal, Francisco Domínguez Servién de Querétaro, Quirino Ordaz Coppel de Sinaloa y Carlos Mendoza Davis de Baja California Sur, registrando la primera el mayor decenso, un 79.5 por ciento, por lo que actualmente sólo debe 300 mdp a instituciones financieras.
Al decenso del casi 80 por ciento que muestra la entidad gobernada por Francisco Domínguez, le sigue la de Ordaz Coppel con un 8.9 por ciento y la de Mendoza Davis con apenas el 1.3 por ciento.
En contraparte 11 de estos gobernadores salientes dejarán sus entidades con más deuda como es el caso de Nuevo León, Sonora y Nayarit, donde esta aumentó al menos un 20 por ciento (las más altas), seguidos de estados como Colima (18.1 por ciento más), Baja California (14.6 por ciento más) y San Luis Potosí (10.3 por ciento más).
A las anteriores le siguen Guerrero, con 7.2 por ciento; Michoacán, con 5.9 por ciento, Chihuahua, con 4.7 por ciento; Campeche, 1.9 por ciento, y Zacatecas, 1 por ciento.
Tlaxcala es la única entidad que no muestra variación de su deuda pública.
De acuerdo a información de la Secretaría de Hacienda, la deuda de corto plazo suma casi 29 mil mdp, por lo que uno de los mayores retos que enfrentarán las administraciones estatales (la mitad de ellos al menos) será hacer frente a su deuda, especialmente para quienes resulten electos gobernador en el 2021 para el próximo periodo.
Con información de Milenio
