Quienes tenemos el privilegio de radicar en Querétaro sabemos que nuestro hogar es el mejor lugar para vivir del país.
Recientemente pregunté en redes sociales, a quienes viven en Querétaro, si preferirían vivir en otro estado y de ser así, cuál sería; la inmensa mayoría respondió que NO y el único otro lugar mencionado fue Mérida.
La ciudad blanca es un lugar muy hermoso, como los hay muchos en México y dicen que se vive bien, pero con todo respeto no creo que se compare en desarrollo económico, competitividad, oferta educativa, servicios de salud, en infraestructura, en conectividad, en oportunidades para emprendedores o en posibilidades para el desarrollo profesional, en particular para los jóvenes.
En Querétaro se han invertido más de 10,000 millones de pesos en infraestructura pública en los 18 municipios, el estado es primer lugar nacional en mejora regulatoria, es segundo lugar nacional en competitividad y está entre las cinco estados con mayor generación de empleo y crecimiento económico del todo el país.
El monto de inversión extranjera directa en 2023 fue de 1,107 millones de dólares y aumentó más de 50 por ciento y como dicen por ahí ni los inversionistas son tontos ni el dinero va a donde no se multiplica.
Esta confianza radica en qué aquí hay seguridad pública y laboral, se invierte en infraestructura, educación, tecnología, en salud, se apoya la producción agrícola y se cuida el medio ambiente siendo Querétaro punta de lanza en protección de áreas naturales, en impulsar la economía circular y en reducir o compensar la emisión de gases de carbono a la atmósfera.
Por supuesto los que aquí vivimos a veces sentimos que podemos estar mejor porque estamos acostumbrados a vivir en ciudades tranquilas, con calles casi impecables por las que se puede caminar seguros y en paz y cuando llega a pasar algo malo que también sucede porque Querétaro no es una isla fuera de la terrible escalada de violencia e inseguridad que experimenta el país, se hace un escándalo porque eso no es para nosotros lo común.
Afortunadamente aquí contamos con un muy fuerte sistema de corporaciones de seguridad pública con las mejores instalaciones, muy bien equipados y que cuentan con más avanzada tecnología, tenemos buenos servicios públicos, buenas escuelas y universidades, buenos hospitales, una economía fuerte y pujante y somos una sociedad educada y participativa, todo eso nos permite disfrutar de una gran calidad de vida muy diferente a la mayoría de los estados en México.
Pero eso no es casualidad Querétaro es el resultado de buenas decisiones, el estado ha sido desde hace varios años primer lugar en respeto a la ley, primer lugar en ausencia de corrupción de acuerdo a la evaluación más seria a nivel mundial (World Justice Project) lo mismo en transparencia gubernamental y manejo de los recursos públicos sin tener observaciones por parte de la Auditoria Superior de la Federación, es el único estado donde sus cuerpos de policía cumplen en su totalidad con certificaciones y controles de confianza.
Los sistemas de justicia penal y el penitenciario son los mejor calificados del país y en las más recientes mediciones el índice delictivo se redujo 17% y la percepción de seguridad entre la población aumentó casi 10% de acuerdo al INEGI.
Por supuesto Querétaro tiene grandes retos como cualquier lugar en el mundo sobre todo por el gran crecimiento poblacional de las últimas décadas que es prácticamente el doble al del resto del país; a veces lo olvidamos, pero siendo honestos debemos reconocer que Querétaro sigue siendo un muy buen lugar para vivir, de hecho, por eso llegan miles de personas desde otros lugares de la República y del extranjero a establecerse aquí cada año buscando la seguridad y las oportunidades que ya no tienen sus lugares de origen.
Querétaro es el lugar donde la mayoría de los mexicanos quisiera vivir; obviamente ya no es el pequeño estado provincial de hace 30 o 40 años que algunos añoran, pero estoy seguro que muy pocos o casi nadie de los que vivimos en Querétaro consideraríamos vivir en otra entidad en México.
Así que como reza el refrán, “si no está descompuesto no trates de arreglarlo”, en especial en este momento en el que desgraciadamente casi todo México parece una zona de desastre.
Estimado amigo o amiga que vives en Querétaro yo te invito a preguntarte algo:
¿Por qué arriesgarías la tranquilidad, la seguridad y la economía de tu familia?
¿Por qué arruinar tu hogar y el de tu familia y arriesgar aquello en lo que has invertido todo?
¿Por qué querrías dar la responsabilidad de conducir el gobierno de Querétaro a quienes han destruido todo lo que funcionaba bien en el país y causado que todo lo que estaba mal empeore?
Querétaro no es perfecto y en varios rubros puede estar mucho mejor, y es que quienes aquí vivimos no lo comparamos con otras ciudades de México sino con otras ciudades del mundo.
Si lees lo que comparto en redes sociales desde hace tiempo, sabes que soy el primero en ser muy crítico de las cosas que se pueden y deben ajustar y por supuesto debemos empujar para ello, pero francamente me parece una locura poner en peligro todo aquello que en la actualidad gozamos por un cambio con quienes no han llevado más que fracaso y desgracia a donde se les permite llegar.
En Querétaro atesoramos nuestro gran patrimonio histórico y cultural, nuestras tradiciones y conservamos nuestros valores pero con una visión vanguardista, cosmopolita y global, que se inserta y compite en el mundo gracias a la suma y el esfuerzo de todos los que por nacimiento o por elección hemos decidido vivir aquí para construir nuestra realidad y cimentar nuestro futuro.
Debemos continuar impulsando las políticas que garantizan ese desarrollo y la calidad de vida en nuestro estado para que Querétaro siga siendo el ejemplo de lo que todo México debería ser.
