El capitán del ejercito Muamar Gadafi de 27 años, lidereó el denominado Movimiento de Oficiales Libres integrado por 70 oficiales del ejército y soldados en su mayoría asignados a los Cuerpos de Comunicaciones, destronó al Rey Idris y estableció un poder centralista, autoritario y policiáco a partir del 1 de septiembre de 1969 hasta el 20 de octubre de 2011.
El primero de septiembre de 1969, a las 6:30 am, Muammar Mohammed Abu-Minyar al Gaddafi tomó la radio de Bengasi y trasmitió simultáneamente con la radio de Trípoli su primer mensaje:
“¡En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso! Para dar cumplimiento a tu libre voluntad, para realizar tus preciadas aspiraciones, para responder a tus numerosos llamados al cambio y a la purificación, que exigen trabajo e iniciativa, ardientes de deseos de revolución y combate tus Fuerzas Armadas han destruido el régimen reaccionario atrasado y decadente. Por un golpe del destino, la oscuridad de las edades —después de la dominación turca hasta la tiranía de los italianos y la época de la reacción, de sobornos, de intervenciones, de favoritismos, de la traición y de los traidores— ha sido disipada. A partir de este momento, Libia es una república libre y soberana, que lleva el nombre de República Árabe. Libia. Con la ayuda de Dios, ella alcanzará los más altos destinos”. (Citado por Padrón, 2017)
Con el Rey Idris exiliado del país, el Consejo de Comando Revolucionario (CCR), encabezado por Gadafi, abolió la monarquía y la constitución, a la vez que proclamó la nueva República Árabe Libia con el lema «Libertad, Socialismo y Unidad». Gadafi gobernó todo ese tiempo sin una constitución, con un libro verde plagado de buenas intenciones, en el que se inspiró para gobernar. El no era presidente, no era rey, era el líder de la revolución. Cuando los libios se referían al líder, ni siquiera pronunciaba la palabra “líder” sólo apuntaban con su índice hacia el cielo para no comprometerse.
Era un gobierno voluntarista, providencial, mesiánico que quería sacar a todos de la pobreza. Este líder, capitán del ejército, era de una tribu, tenía una mentalidad tribal del este de Libia. Vivió con su padre en la miseria, era un beduino, rodeado de cabras y camellos. Por ello, la mejor opción para él fue meterse al ejército. Entonces, un ejército, como todos los ejércitos verticales y autoritarios. Gadafi creció como las arenas del desierto, un día estaban ahí y otro día ya no. Fue como una gran duna, majestuosa, impactante e imponente. Vino el viento de la realidad que desvaneció cada no de los granos de arena que la integraban y se esfumó asi como llegó: con violencia y muerte.
¿Qué le dió sustento al gobierno de Muamar Gadafi ? El petróleo y el gas. Yo diría que Gadafi pasó por tres fases: La etapa voluntarista del cambio fue lidereada por Gadafi. Una vez en el poder se deshizo de sus colegas. Como en todas las revoluciones mandó matar a sus amigos con los que se hizo del poder y así se consolidó en él. Todo lo decidía él, todo, no se tomaba ninguna decisión en Libia sin consultar al líder, todo, desde una presentación de cartas credenciales (como fue mi caso). Él decidía, él escuchaba todo, él tenía un sistema de espionaje que el mismo controlaba.
La etapa de la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista. A partir de la década delos años 1970, empezó a redistribuir los recursos económicos en el sector educativo, de la salud y de la vivienda. Le siguió la etapa terrorista de los años 1980 hasta el 2001. En la etapa terrorista Gadafi desafió a Estados Unidos (entre 1984-1992). Gadafi desafió al presidente de EEUU Ronald Reagan. Como respuesta Reagan mandó bombardear su búnker y destruirlo. Se dice que una hija adoptada murió en él en 1986. El búnker era como su palacio como de cinco hectáreas, era enorme, y todo de concreto armado. Él ahí tenía todo hasta un sanatorio especial para él, porque no dormía, él siempre se ingresaba un producto químico para no dormir porque temía que lo mataran, así como mato a sus amigos, el miedo de él era ser asesinado por el poder y ¡ finalmente Gadafi terminó! como no hubiera querido.
Reagan bombardeó su búnker porque se descubrió que fomentaba (y esto está comprobado) todos los movimientos terroristas de esa época. Entre ellos, el acto terrorista del derribo del vuelo 772 de UTA en Níger en 1989 y el de la implosión del vuelo 103 de PanAm en Lockerbie, Escocia en el Reino Unido en 1988 ¿cómo se descubrió todo? Es una historia fascinante y casi parece de película. Cuando, se da la implosión provocada por Libia en Lockerbie, la CIA junto con la MI6 del Reino Unido juntaron todos los pedacitos del avión y lo llevaron a Estados Unidos, recrearon el avión y descubrieron el sitio exacto del compartimiento donde implotó la bomba. Además, por los residuos de la maleta registrada por gente de la inteligencia libia averiguaron dónde se compró. Hicieron un seguimiento, una trazabilidad y descubrieron que dicha maleta fue comprada en la isla de Malta que colinda con Libia; y quien la mandó comprar fue el jefe de los servicios de inteligencia de Gadafi, Abdelbaset al-Megrahi. Por eso se descubrió. En uno de sus viajes al exterior Megrahi fue capturado y llevado a Escocia porque hubo muertos ingleses y americanos. Lo juzgaron y lo condenaron a purgar su pena en la cárcel.
Por lo anterior, se aísló a Libia económica y políticamente. Naciones Unidas jugó un papel importante a través del Consejo de Seguridad y determinó que Libia estaba fomentando movimientos terroristas en esa época. Todo quedó plasmado en las dos resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU de 1992 y de 1993, en particular lo relativo a los bloqueos económicos. El Consejo de Seguridad de la ONU responsabilizó a Libia de los atentados y exigió indemnizara a los familiares de las víctimas. Le impusieron un embargo aéreo y de armas, y congelaron los activos libios que tenía en bancos extranjeros.
En la etapa del “Panarabismo” Gadafi se convirtió en el líder del Panarabismo y fomentó el terrorismo conjuntamente con Yasir Arafat, quien vivió en Argelia y un tiempo en Libia, y a través de la OLP apoyó al movimiento del Panarabismo. Sin embargo, los países árabes se percataron que Gadafi no estaba loco que era un hombre inteligente, autoritario y obsesionado con “su verdad”.
A la fase panarabista le siguió la panafricanista. Ésta fue la etapa entre 2006 y 2011 que me tocó vivir de cerca al ser el primer embajador de México acreditado en Libia. Yo si tuve oportunidad de platicar con él, pero para él no era digno que los Embajadores le presentaran sus cartas credenciales. Para esta época el mandaba al presidente del “Congreso General del Pueblo”, que el creó, a recibir las cartas credenciales. Él decía que solamente platicaba con Jefes de Estado, con sus contrapartes en rango, a su nivel. No obstante, cuando menos uno pensaba o esperaba, Gadafi mandaba llamar al Cuerpo Diplomático acreditado en Libia y se le ocurría ponerse a platicar con nosotros. Esto fue muy peculiar de él y personalmente platiqué con él en algunas ocasiones.
Sin duda, en la etapa panafricanista Gadafi se consolidó en el poder de manera providencial. Los precios del petróleo fueron aumentando, sobre todo del 2006 al 2009, el costo para explorar y producir un barril de petróleo era de $ 5 dólares pero en esa época llegó a venderse el barril en $150, $160 hasta $185 dólares. O sea, la tasa de ganancia era enorme. Gadafi pudo disponer de enormes cantidades de dinero. Libia se encontraba entre los quince productores de petróleo y gas en el mundo y con las mayores reservas en el continente africano. El 98% de su PIB provenía de los ingresos de los hidrocarburos. Antes del bloqueo Libia exportaba 1.2 millones de barriles diarios. Había países como Italia y Alemania que dependían del gas y petróleo de Libia. España dependía más del gas de Argelia. Todo ello se realizaba a través de los ductos que atraviesan el mar Mediterráneo. Se aprovisionaba hasta alrededor de 15% a Alemania. España dependía en 60% del gas de Argelia. Había una relación de dependencia y por eso le soprtaban y respetaban a Gadafi porque querían estabilidad en sus economías.
Entre 2006-2011, pude percibir que no había pobreza extrema. Conocí toda Libia, todos los rincones. El Estado financiaba todo, era un Estado providencial, a los jóvenes que se casaban les daban departamento, no pagaban agua, luz, teléfono. Entonces, a los jóvenes no les importaba la política porque tenían bienestar. Vale la pena señalar un ejemplo. Un traje de Hugo Boss en Italia valía €1000 y en Trípoli valía menos de €500, porque estaba subsidiado todo, la comida, etc. Era una economía petrolizada y totalmente subsidiada. Todo era importado prácticamente. ¿De dónde? Básicamente de la Unión Europea. Evidentemente, a través de la familia Gadafi se controlaban las importaciones de bienes y servicios y exportaciones de los hidrocarburos, todo quedaba en familia y con los allegados a la familia, fueran civiles o militares, todo pasaba por ellos, o sea, ellos controlaban todo. El extremo de esta situación se visualiza en el hecho irracional que Aisha al-Gadafi, hija de Gadafi, presidía la Comisión de Derechos Humanos, hecho inaudito y contradictorio pues no había autonomía de la institución.
Como los precios del petróleo eran altísimos el régimen se daba el lujo de subsidiar a la población y ésta estaba “feliz”. Pero, al mismo tiempo se subsidiaba a varios países del Sahel (la parte inferior del Magreb, al sur de Egipto, de Túnez, Argelia, Marruecos y Mauritania). Se llegó a subsidiar a algunos países hasta con el 35% del PIB. El “líder” generaba problemas en esos países para solucionarlos y así quien gobernaba era él. Entonces, si generó una estabilidad para su conveniencia.
En la etapa del Panafricanismo, los países africanos le empezaron a retirar a Gadafi los apoyos, a tal grado, que en una reunión de la Unión Africana él se levantó y en la sala plenaria se fue al rincón y miccionó casi enfrente de todos. Es decir, había una falta de respeto, y la idea prevaleciente era de “yo lo puedo hacer todo”. En otra ocasión reunido con jefes de Estado de países árabes les espetó unas palabras diciéndoles “yo los espió a todos ustedes porque ustedes me espían a mí también” (así eran las relaciones). En esta etapa del “Panafricanismo” él se auto nombró Rey de Reyes de los países africanos. Tuvo gran influencia en muchos países (Sudán, Chad, etc), en todos los conflictos de esa época. Estaba metido en todo porque a él le facinaba desestabilizar, finaciar y operar (eso lo sabía Francia, Inglaterra y Estados Unidos). De modo que, en esta tercera etapa empezó a vestirse de manera extravagante y buscar influir a través de esos países en la Unión Africana. En esa época eran 54 países, hoy son 56, pero en la Unión Africana había 55 porque, Marruecos se salió de ella ya que no estaba de acuerdo con que la Unión Africana hubiera aceptado a un representante de la República Árabe Saharaui. Marruecos decía y dice actualmente que el territorio del Saharaui le pertenece. Por eso no está en la Unión Africana. Además, Marruecos ha sostenido un vínculo muy estrecho con Francia y evidentemente Marruecos nunca aceptó las acciones de Gadafi.
Gadafi tenía siete hijos y una hija biológicos y dos hijas adoptadas. En ese contexto, el hijo de Gadafi, Seif el Islam fue enviado a estudiar un doctorado en economía en la London School of Economics donde conoció a varios académicos que le presentaron a Tony Blair (quien ya era ex–ministro del Reino Unido). También hizo contacto con el ex Jefe de gobierno de España, José María Aznar. Gadafi había dejado el terrorismo, el Panarabismo, y estaba en la etapa del Panafricanismo, en la etapa de la reconciliación con el mundo occidental. Para evitar el aislamiento mundial Gadafi utilizó la intermediación de su hijo Seif el Islam, con Tony Blair y el ex presidente de España Aznar para acercarse a los países occidentales y así lograr el levantamiento de las sanciones impuestas por la ONU. Gadafi contrató a Tony Blair y a Aznar como asesores. Los contrató y les pagó una cantidad millonaria. Gadafí firmó contratos de asesoría millonarios con dichos políticos para interceder ante Estados Unidos, Francia, Reino Unido, España, Alemania, etc, para que le levantasen las sanciones. Y se las levantaron.
Por cierto, cuando Aznar todavía era asesor de Gadafi, en una de tantas reuniones, Aznar le preguntó a Gadafi “oiga líder, ¿usted se cree todo lo que dice?” (de tantas tonterías que decía). La respuesta de Gadafi fue una carcajada enorme: Jajaja, jajajaja. Nunca le respondió nomás se rió. O sea, ¿qué le estaba dando a entender? que por supuesto ni él mismo se creía todo lo que decía. Al día siguiente, en el avión privado en que Aznar regresaba a España, como respuesta a su pregunta, Gadafi le mandó un obsequio: un caballo de raza árabe حصان عربي que se distingue por su inteligencia, carácter fuerte y resistencia sobresaliente. (Roldán, 2012).
El acercamiento con EEUU le fue favorecido en virtud de que a raíz del ataque a las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York, el 11 de septiembre del 2001, Gadafí proveyó de información secreta y confiencial a dicho gobierno sobre terroristas y actividades terroristas a nivel mundial. En ese tenor, el 12 de septiembre de 2003, Libia quedó liberada de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Simultáneamente Gadafi fomentó la buena relación económica y política con China y con Rusia. Por eso, no vetaron el levantamiento de sanciones, porque los negocios e inversiones de China y Rusia en Libia en el sector petrolero y de infraestructuras fluían de manera extraordinaria.
EEUU restableció relaciones diplomáticas con la Libia de Gadafi el 28 de junio de 2004, tras 24 años de ruptura. Y a partir de esa fecha los EEUU aperturaron una oficina de enlace en Tripolí. Empezaron a operar los estadounidenses en el Hotel Corinthia de Tripolí. En agosto de 2005, fui nombrado Embajador de México en Libia, pero presenté mis Cartas Credenciales en marzo del 2006. Yo ya estoy presente en Libia en 2006, mi habitación y mi oficina estaban en el Hotel Corinthia de Trípoli en el que Estados Unidos tenía su embajada de dos pisos. Acaban de restablecer sus relaciones diplomáticas. Yo me iba a trabajar al “Business Center” y desde ahí veía cuando pasaban las delegaciones de diplomáticos, funcionarios, de empresas como ESSO, ENI, de BRITISH PETROLEUM, de todas las empresas transnacionales más importantes, para tener reuniones ejecutivas de trabajo con altos funcionarios libios. Evidentemente el objetivo de todos era el de profundizar su presencia el Libia y hacer negocios en todos los sectores. Curiosamente en esa época, 2006-2007, se descubren 12 nuevos yacimientos petroleros. Nueve de esos 12 se los otorga Gadafi a empresas petroleras de Estados Unidos ninguna a la empresa francesa TOTAL. (Roldán, 2012) Estados Unidos levantó a Libia todas las sanciones y empezó a construir una embajada de 6 hectáreas y una residencia para su embajador de 5 hectáreas. Los planes se pusieron en acción. Condoleezza Rice realizó una visita oficial a Gadafi en septiembre de 2008. Fue la primera visita de un Secretario de Estado de EEUU desde 1953 y quedaron como grandes amigos. (Rice, 2011) Pero entonces ¿qué pasó?
Gadafi hizo su tarea. Invirtió en infraestructuras y fue desarrollando paso a paso a Libia, construyó universidades, dio providencialmente beneficios a la población. Pude percatarme de ello pues visité toda Libia, de Este a Oeste y desde Trípoli hasta al Sur del desierto son como 2,000 km. En el Sur y centro de Libia habían 43 mexicanos, ¿qué estaban haciendo allá? Pues debido a la crisis o bancarrota provocada por los dueños de Mexicana de Aviación ésta quebró. Así los pilotos se esparcieron por todo el mundo en busca de trabajo. Y 43 de ellos lo encontraron en Libia. Se dedicaban a transportar en vuelos “charters de súper lujo”, no aviones grandes sino tipo Superjet, a los jefes de esas grandes empresas petroleras transnacionales. Los trasladaban desde Alemania, de España, de Italia, de Francia y de todas partes hacia Libia y viversa. Ahí les tomó por sorpresa la Primavera Árabe en medio del desierto. Mexicanos a quienes posteriormente, en el centro del huracán de la primavera árabe, les salvé la vida y les pude sacar sanos y salvos de Libia hacia México con ayuda y apoyo de miembros del Servicio Exterior Mexicano (SEM) y de la SRE.