Por Jesús Roldán Acosta.– En días recientes y por casi tres semanas, se han presentado severas inundaciones en varias Colonias del Municipio de Chalco, Estado de México. Desde luego que fueron frecuentes los múltiples reclamos que se han dirigido hacia las autoridades municipales y de esa entidad; aún no les resuelven sus quejas.
Los habitantes de poco más de 9 Colonias que vieron afectadas sus poco más de 2 mil viviendas, con 7,600 habitantes afectadas en su patrimonio familiar, han padecido difíciles situaciones, sin haber recibido ayuda del gobierno estatal; sólo promesas verbales. sin trascendencia.
Han surgido problemas de salud pública, debido a la proliferación de aguas negras que han contaminado esos lugares, donde han prevalecido olores nauseabundos.
El agua acumulada rebasó el metro y medio de altura. Eso evidencia una descarada falta de prevención y de oportunas acciones correctivas; Chalco -desde hace varios años y a la fecha- se ha estado hundiendo en más de 2 metros y medio.
Las obras de infraestructura hidráulica están inconclusas. Ejemplo, el inicio de la construcción del Colector “Solidaridad” data del mes de noviembre del 2022 y al momento en que inicie su operación desfogaría aguas residuales y pluviales equivalentes a 7 mil litros de agua por segundo.
Mitigaría afectaciones en 22 comunidades y se beneficiarían de ello más de 150 mil personas. El avance actual apenas es del 40%.
El Sistema del drenaje del Municipio de Chalco es errático e improvisado; además de que no la población no se responsabiliza al tirar basura a la calle, de esa manera se tapan las alcantarillas del drenaje, con el consecuente taponamiento de ese.
Otro factor inocultable es el imparable y desmesurado crecimiento de la “mancha urbana”.
Un factor relevante es el marcado hundimiento del suelo. Provocado por las fracturas, por extracción del agua subterránea, con el consecuente subsidencia (factor del hundimiento del suelo).
Debido, principalmente por la añeja e indiscriminada extracción del agua. De esto, da cuenta un interesante y preciso estudio científico y técnico realizado en co-autoría por el investigador de la UNAM, doctor Adrián Ortega Guerrero y David L. Rudolph, así como por John Cherry, adscritos al Departamento de Ciencias de la Tierra. University of Waterloo, en Canadá. Denominado “Analysis of Long-Term subsidence near Mexico Coty: Field investigations and predictive modeling”, publicado en Water Resources Research. Vol. 35, no. 11, pages 3327-3341, november 1999.
Por cierto, el estudioso mexicano y especialista en el tema del agua, Adrián Ortega Guerrero, junto con la doctora Dalia del Carmen Ortiz Zamora, ahondan en esa importante problemática que aún afecta a la población de esas latitudes geográficas. Eso se destaca en un certero análisis intitulado “Origen y evolución de un nuevo lago en la planicie de Chalco: implicaciones de peligro por subsidencia e inundación de áreas urbanas en el Valle de Chalco (Estado de México) y de Tláhuac (Distrito Federal), publicado en “Investigaciones Geográficas” del Instituto de Geografía de la UNAM, número 64, 2007, pp. 26-42.
En dicho estudio advierten que “la operación de 14 pozos construidos en la década de 1980, denominado Sistema Mexquiquic-Santa Catarina (SMSC), en la planicie de Chalco ubicada al sureste de la Ciudad de México, está causando una de las transformaciones ambientales del paisaje más relevante de la Cuenca de México en las últimas dos décadas.
De tal manera que en la zona central de la planicie que registra el mayor espesor de sedimentos lacustre (300 m), se han generado hundimientos de hasta 40 centímetros anuales, resultado de la consolidación de la formación geológica semi permeable del agua o “acuitardo”, como efecto de la extracción de agua por bombeo en el principal acuífero subyacente.
La superficie del Nuevo Lago de Chalco se ubica en 12 metros por debajo del nivel original del terreno y cubría aproximadamente una extensión de 1 mil hectáreas.
Para entonces, ambos investigadores de la UNAM estimaban severos riesgos de inundaciones en zonas urbanas de Tláhuac (CDMX) y del Valle de Chalco (Edomex); ambos proponían aumentar la cantidad y mayor eficiencia e la infraestructura hidráulica.
Por lo que hemos estado presenciando, en Chalco las inundaciones prevalecen y seguirán ocurriendo en tanto no se subsanen las fallas documentadas por los expertos de la UNAM.
Una vez más, es importante se tomen en consideración las participaciones de nuestros expertos mexicanos, que por años se han dedicado al estudio y monitoreo del agua, a las tendencias y análisis predictivos en cuanto a lo que ocurrirá en el tópico del agua en México.
Que en gran medida inciden en los constantes hundimientos y fracturas del subsuelo, derivado de constantes e incontroladas perforaciones de parte de los concesionarios del agua, que con el aval de la Conagua y de Semarnat se han encargado de sobre explotar las distintas capas de suelo y subsuelo nacional.
Por cierto, en este último aspecto, habremos que destacar que en la zona de la Laguna (Coahuila) y en parte del Estado de Durango, ya hubo una Sentencia de un Juez Federal, que se pronunció a favor de parar los trabajos de todas las concesionarias que inmoderadamente perforaban pozos de agua, mismos que estaban dañando (fracturando subsuelos) y expoliando a tambor batiente las reservas de agua, en detrimento de la poblaciones de ambas entidades.
Una vez mas, fueron acciones de Asociaciones de Comunidades y de la Sociedad Civil quienes iniciaron las impugnaciones jurídicas, ya que los gobiernos de ambas entidades se hicieron omisos; el interés de las poblaciones no les interesaban.
El valiente Juez Federal hizo el extrañamiento y obligó a la Conagua, a los concesionarios y a la Semarnat, ésta última también fue multada por desacato; esas acciones sentaron importante precedente jurídico.
De ello dieron cuenta los diarios locales “La Vanguardia de Saltillo” y “El Siglo de Torreón, de Coahuila, mismos que publicaron sendos reportajes de ese caso.
