Es el mismo secretario de Seguridad Ciudadana y Protección Civil de la federación. Omar García Harfuch, quien resalta que lo sucedido en Querétaro es un conflicto que aterriza en la capital de la entidad desde el vecino estado de Guanajuato, donde por años (sexenios evidentemente) ha tenido presencia fuerte el crimen organizado en sus diversas formas: delincuencia organizada, narcotráfico, huachicoleo (delitos en materia de hidrocarburos), entre otras.
Desde que inició la administración federal anterior, la narrativa manejada desde diversas plataformas, comenzando por la mañanera, siempre ha sido que Guanajuato es una de las entidades con el más alto índice de homicidios y delitos como los mencionados, resaltando que desde hace ya décadas, es el Partido Acción Nacional quien ha encabezado la administración y seguridad en el estado.
Lo que no dicen desde Palacio Nacional es que la delincuencia organizada, narcomenudeo y el huachicoleo son delitos del fuero federal, es decir, son responsabilidad absoluta de quien detente la responsabilidad de realizar acciones de prevención, inteligencia y combate a estos delitos desde la hoy Secretaría de Seguridad del país.
Hoy, tras lo sucedido en Querétaro, se especula que posiblemente uno de los objetivos del hecho ocurrido en “Los Cantaritos” era Fernando N “La Flaca”, a quien relacionan con el Cártel Jalisco Nueva Generación, grupo delictivo que está en pugna con el Cártel de Santa Rosa de Lima por el control del huachicol en la entidad.
Para quienes viajan regularmente hacia México por la carretera 57 o por diversas carreteras hacia Guanajuato, ya es común, y evidente, ver camiones y camionetas con garrafas ofreciendo combustible; vialidades por donde pasa la Guardia Nacional o el Ejército de manera constante, pero o estos últimos no los ven o los delincuentes son demasiado astutos para no dejarse ver.
También hoy se sabe que el sujeto conocido como “La Flaca” fue detenido en dos ocasiones por delitos graves, este año, pero que fue liberado, en ambas instancias por la Fiscalía General de la República, aunque sobre él pesaban delitos como portación de armas de uso exclusivo del Ejército y robo de hidrocarburos. Lo anterior en los meses de marzo y agosto de 2024.
Es a la federación, encabezada hoy por Claudia Shienbaum y anteriormente casi 6 años por Andrés Manuel López Obrador, a quien le corresponden las laboras de monitoreo, prevención, inteligencia y detención de estas conductas criminales, que si bien pudieron exacerbarse o multiplicarse desde los sexenios de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón o Peña; desde hace 6 años son responsabilidad del grupo en el poder; 6 años donde ha sido más sencillo culpar al pasado que apuntar al presente. Es claro, Querétaro no es una isla, aquí sí pasan cosas y afortunadamente las menos, respecto a cómo están entidades vecinas y otras regiones del país, pero es más importante que, como señaló en su mensaje el gobernador Mauricio Kuri, se deje de lado la política y el golpeteo; las autoridades de los tres niveles de gobierno deben trabajar de la mano, cada una desde su responsabilidad, por atender la seguridad sin importar los colores, las filias ni las fobias, entendiendo que el objetivo es que se acaben las masacres como la que sucedió en nuestro estado, en todo México.