Por Eduardo ROLDÁN. Internacionalista, académico, analista politico y escritor.– Los planes son un conjunto de iniciativas de programas y proyectos para llevar a cabo el desarrollo económico y social de un país. Sirven para trazar las estrategias del crecimiento y desarrollo de una nación. China ha realizado planes de desarrollo, desde 1953, que la han llevado a ser la segunda economía del mundo. Hoy su PIB tiene un valor total de más de 14 trillones de dólares. Es decir 14 millones de millones de dólares.
En China el PCCH cumplirá el año próximo 100 años de existencia y 71 en el poder. El éxito ha sido la planeación y la continuidad de sus planes quinquenales. El desarrollo del sector primario o agrícola ha sido muy importante en las prioridades de los planes. Sin embargo China no se estacionó en dicho sector. Sin descuidar al primero, avanzó y profundizó el desarrollo del sector secundario, el manufacturero y continuó con el desarrollo del sector terciario, el de servicios entre otros. China entendió que el proceso es dinámico y así logró su cometido. La clave fue la planeación quinquenal con las correcciones del caso dependiendo las circunstancias. Se satisfizo la producción de alimentos pero el avance a la producción de productos con alto valor agregado tecnológico ha garantizado y consolidado un mayor grado de desarrollo. No se quedó como país maquilador. China lo entendió muy bien.
La planeación ha sido integral y ha ido en función de las necesidades de la población y de la estrategia de desarrollo con una visión estadista de sus políticos a largo plazo. Ello se ha logrado gracias al énfasis que se puso en la formación educativa de alta calidad de su población, en el combate real a la pobreza, en la apertura comercial seria, y en la innovación tecnológica.
Con políticas publicas bien diseñadas e instrumentadas con una perspectiva multidimensional. China tiene una población de 1,400 millones de personas pero ha logrado sacar de la pobreza a más de 800 millones de pobres. Tiene aún el desafío de sacar a otros 130 millones de la pobreza quienes representan el 10% de la población de China.
La COVID-19 cuyo origen tuvo lugar en Wuhan fue contenida con medias drásticas y efectivas por el gobierno que actuó con celeridad y con seriedad en tres meses y medio: del mes de enero al 8 de abril del 2020. El éxito de la contención de la pandemia se debió a que China suspendió los viajes aéreos dentro y hacia el exterior y cerró sus cielos aéreos del exterior. Realizó el monitoreo de su población a través de drones equipados con cámaras infrarrojas de reconocimiento facial y así evitar que las personas salieran de sus domicilios. Los ciudadanos que presentaban síntomas estaban obligados a informar de inmediato a las autoridades. Las restricciones obligaron a las personas a utilizar video llamadas para mantenerse en contacto. Se suspendieron las clases y las substituyeron de manera inmediata a todos los niveles educativos de manera virtual. El Gobierno lanzó una plataforma gratuita de aprendizaje en la nube con 7,000 servidores y 90 terabytes de banda ancha que permitió que 50 millones de estudiantes se conectasen simultáneamente. Los comités vecinales verificaban los ingresos y egresos de las zonas en aislamiento, para tal efecto era indispensable un pase especial. Vecindarios, ciudades y provincias fueron acordonadas o rodeadas con vallas. Los alimentos o artículos de primera necesidad se solicitaban usando aplicaciones digitales. Para identificar casos sospechosos, sin riesgo alguno, se utilizaban termómetros infrarrojos de largo alcance. Las entregas de alimentos se realizaban en áreas específicas sin ingresar a las casas. Sólo una persona por familia estaba autorizada para salir y hacer las compras pero cada tres días. Para apoyar a los equipos que sanitizaban las vías públicas se usaron drones, robots y camiones especiales. Las personas foráneas quedaron atrapadas y debieron vivir en estacionamientos subterráneos por el cierre de la ciudad. Para la repartición de comida y medicamentos se utilizaron robots que se contrataban a través del Wechat. Y los sitios públicos de reunión fueron bloqueados y prohibidos. Con estas estrictas medidas China salió adelante y con la planeación de emergencia instrumentada para enfrentar el caso sui generis.
Evidentemente la pandemia afectó a la economía china y de un 6.5% que se tenía planeado crecer a finales del 2020 sólo crecerá un 1.5% Sin embargo, es importante resaltar que China es el único país que crecerá en términos reales.
Con ese marco de referencia, entre el 26 y el 29 de octubre de 2020, se desarrolló el 5º Pleno del 19º Comité Central del Partido Comunista Chino (PCC) en Beijing, con el propósito de evaluar los logros del 13er. Plan Quinquenal (2016-2020). Los resultados fueron favorables dado que se conretaron todas las políticas públicas establecidas para la mejora del nivel y calidad de vida de la población, del medioambiente, del sistema finaciero, de la adquisición de vivienda, de la economía digital, del internet. Así mismo dicho plan permitió mayor autonomía al sector educativo y universitario y facilitó la instrumentación de que cada familia pudiera tener dos hijos y finalmente se logró un crecimiento promedio anual de 6.5%.
En dicha reunion se discutió y aprobó el 14o. Plan Quinquenal de Desarrollo Económico y Social: 2021-2025 con una visión hacia el 2035. Este Plan abarca diversos ámbitos: Implantar el imperio de la ley, fortalecer la economía, el medio ambiente, la innovación científica y tecnológica, la cultura, la educación, la asistencia médica, la salud y el bienestar del pueblo centrado en las personas. Se estableció la prioridad de centrarse en el crecimiento del consumo interno, en la innovación y producción de microchips, las energías renovables, la industria farmacéutica y la tecnología espacial. Finalmente, es de destacar que un objetivo esencial de dicho plan es el de crear una economía dual o de doble circulación sustentada en la autosuficiencia con el fin de depender menos de EEUU. Ello significa que su apertura al exterior no se detendrá, sino que continuará. Así pues se estableció como meta un crecimiento promedio anual de 5%