Tal vez creas que la elección de los tenis que usas no es importante y que el resultado será el mismo si simplemente te pones el primer par que encuentres. Sin embargo, en realidad, elegir un buen calzado es ideal para cualquier situación, tanto si vas a pasear, como si vas a ir al gimnasio.
En ocasiones los modelos no se adaptan a nuestros gustos. Nos resultan modelos muy femeninos o muy masculinos, por ello existen diferentes tipos de calzado unisex, con diseños muy originales que seguro que se adaptan a la perfección a lo que estamos buscando.
La función para la que han sido diseñados los distintos modelos de calzado es muy importante. Algunos están hechos para correr, mientras que otros son “accesorios” para la moda. Por ejemplo, Eliud Kipchoge, un corredor de maratón keniano, usó calzado específico para ese propósito y gracias a su tecnología de fabricación, rompió la barrera de las dos horas al terminar una maratón.
Este es un muy buen ejemplo para que puedas ver la importancia del calzado. Además, usar el calzado adecuado es crucial para el rendimiento a fin de evitar accidentes, dolores e incluso lesiones al participar en deportes o hacer ejercicio.
Para ir al gimnasio no necesitas ningún modelo específico adaptado a esta actividad, pero sí te recomendamos que sigas estos 6 consejos esenciales para elegir tu calzado perfecto.
Te para el gimnasio: 6 consejos imprescindibles
- Suela con amortiguación
Esto es crucial para todos los ejercicios que realices. Una suela con amortiguación te mantendrá cómodo por más tiempo. Además, previene cualquier tipo de dolor en el tobillo o talón que te impida realizar cualquier actividad en el gym.
La suela adecuada y cómoda, te ayuda a moverte de manera más eficiente y, por lo tanto, recuperar tu energía más rápidamente. ¡Prueba este tipo de suelas!
- Flexibilidad
El calzado debe estar bien construido y ser consistente, pero debes darte cuenta de que demasiada rigidez dificultará la movilidad y te resultará incómodo.
Es fundamental que sean lo suficientemente flexibles para permitir que tus pies se muevan correctamente durante el entrenamiento, pero no tanto como para sentir que prácticamente estás descalzo.
- El material del calzado
El material de fabricación es muy importante según la actividad que vayas a practicar. Por ejemplo, el calzado usado para correr está fabricado de un tejido de punto que permite moverte y transpirar de una manera específica, pero esto no se recomienda para el entrenamiento con pesas y el gimnasio. No brindan suficiente protección en los ejercicios que se realizan y, en caso de que algo salga mal, no protegen bien tus pies.
El material debe ser mucho más grueso y rígido que el calzado para correr. Debe ser más protector y resistente durante tus entrenamientos en el gimnasio. ¡Recuérdalo!
- Estabilidad
La estabilidad es otro de los puntos esenciales que debes tener en cuenta. Es importante buscar calzado que proporcione estabilidad para que los pies no se muevan de forma incorrecta, lo que puede provocar esguinces y lesiones. Especialmente debes fijarte en los laterales y la región del tobillo, que se adapte a la perfección.
- No deben ser excesivamente pesados
Tu gasto de energía y tu tasa de fatiga pueden aumentar debido al peso del calzado. Los tenis deportivos deben ser duraderos, pero no pesados. No debes sentir que caminas con ladrillos en los pies o que algo te impide caminar.
Probando varios modelos y tomando algunos pasos para determinar cómo te sientes, puedes averiguar qué peso es el mejor.
- Calidad y resistencia
Debido a que estos tenis se usarán con frecuencia, es fundamental que los vea como una inversión.
Como tal, debes estar dispuesto a comprar calzado de mayor calidad, con una construcción superior y mejores materiales. Este calzado funcionará mejor y va a durar más tiempo.
El calzado por su forma, soporte y estructura, puede perder sus propiedades con el paso del tiempo, y los tenis de menor calidad pierden estas características rápidamente.
Además, un calzado poco resistente y de mala calidad puede provocar lesiones o inflamación muscular. También dolor de talón, fracturas por fatiga, síndromes de sobrecarga y tendinitis. ¡No te arriesgues!
