Melania Trump protagoniza la edición de febrero de Vanity Fair México. En la entrevista publicada en las páginas interiores habló sobre la relación con su marido Donald Trump, su papel como Primera Dama y reaccionó mal al ser cuestionada sobre los secretos familiares que dejó atrás en Eslovenia.
Melania nació en 1970 en el pueblo Sevnica, a una hora de la capital eslovena, bajo el nombre Melanija Knavs. Su familia siempre dio una imagen cosmopolita, pues lejos de sufrir las privaciones de la época comunista, ellos pasaban las vacaciones en Francia, Italia o Alemania. Incluso sus amigos de la infancia comentan que tenían más cosas que los otros.
Su padre Viktor Knavs, era miembro del Partido Comunista esloveno. Trabajó como chofer del alcalde de Hrastnik y tras abandonar ese puesto, se hizo representante de una empresa automovilística estatal. Ciertos documentos policiales indican que Victor despertó sospechas de comercio ilegal y evasión de impuestos en 1976. Al preguntarle a Melania sobre esto, ella sólo respondió en tono cortante: “Jamás lo investigaron ni tuvo ningún problema. Nuestro pasado está limpio, no tengo nada que ocultar”.
Al igual que a su marido, las relaciones de su padre con las mujeres también lo llevaron a verse envuelto en agresivos pleitos. Cuando era chofer, antes de casarse con la madre de Melania, conoció a una joven en su pueblo llamada Marija Cigelnjak, quien quedó embarazada en 1964. Según el testimonio de Cigelnjak, Viktor le exigió que abortara. Su hijo Denis Cigelnjak, ahora tiene 50 años y su padre nunca lo reconoció.
El hermanastro de Melania nunca había hablado con los medios. En exclusiva contó su historia y dio permiso para buscar los documentos judiciales pertinentes en los archivos eslovenos.
Cuando le preguntamos a Melania sobre este tema niega que sea cierto. Posteriormente le enviamos los documentos del tribunal esloveno y nos escribió para decirnos que no había entendido la pregunta: “Lo he sabido desde hace años. Mi padre es un ciudadano privado. Le ruego respetar su privacidad”.
Melania ha dicho que se desempeñará como una Primera Dama tradicional, como Jackie Kennedy, incluso los que la conocen creen que imitará ese modelo.
“Nadie me controla. Viajo con mi marido cuando sé que puedo ir y sé que no pasa nada si mi hijo se queda unos días con la servidumbre”, dijo Melania sobre relación con Trump. “Donald me apoya mucho. Si le digo; `me voy a dar un baño o me van a dar un masaje´, él no se opone.” agregó.
El artículo rememora sobre la entrevista que realizó el showman Howard Stern a Donald Trump en 2005, donde el actual Presidente de Estados Unidos dijo que Melania es espléndida: “Tiene proporciones perfectas (mide 1.80 m y pesa 56 kilos) y unas tetas estupendas, lo cual no es un asunto insignificante”. Posteriormente Stern preguntó si seguiría con Melania si ella sufriera un terrible accidente y quedara con una mancha roja cerca del ojo, no pudiera utilizar el brazo derecho y se le deformara el pie izquierdo. Trump respondió: “Y los pechos, ¿qué aspecto tendrían?”, Stern contestó que a los pechos no les pasaría nada, a lo que Trum afirmó que en ese caso, claro que seguiría con ella: “porque ese detalle es importante”.
Melania ha decidido mantenerse al margen de la Presidencia, cumpliendo con su papel de esposa: “Decidí no entrar en política ni en temas legislativos. Es mi esposo quien se ocupa de esas cosas. Nadie se entera y nadie se enterará jamás (de los consejos que le da a su esposo). Porque todo eso queda entre mi marido y yo”
Donald y Melania se conocieron durante la New York Fashion Week y ella nos cuenta que cuando Trump le pidió su teléfono, no se lo quiso dar y en vez le pidió a él su número: “Quería ver cuáles eran sus intenciones. Dice mucho de un hombre qué número te da. Me los pasó todos”, comentó Melania. Tardó una semana en llamarle. “Hubo mucha química entre nosotros, pero su fama no me impresiono. Es posible que él lo notara”, agregó.
Durante la entrevista, Melania negó haberse sometido a un aumento de pecho: “No he utilizado nada. Llevo una vida sana, mi cuido la piel y el cuerpo. Estoy en contra del bótox, estoy en contra de las inyecciones, creo que son perjudiciales para la cara y para los nervios. Todo es mío. Envejeceré con dignidad, como le pasa a mi madre”, afirmó.
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FUENTE Vanity Fair México / PRNewsWire