Con la carrera por la presidencia de la república ya iniciada, igualmente se inician las carreras por todo tipo de candidaturas, ingrediente especial es la paridad de género, la ley que obliga a los partidos a cuotas equitativas para hombres y mujeres en igualdad de condiciones.
¿Cómo ven los editores de los portales queretanos la temática en el Estado de Querétaro?,
aquí tres puntos de vista.
1.- Además del conflicto de los candidatos mejor posicionados, y que pudieran reflejar en las urnas una mayor cantidad de votos… hoy los partidos políticos deben enfrentarse al tema de paridad de género, una obligatoriedad que las autoridades federales han impuesto para impulsar la participación de la mujer en los puestos de elección.
Sin embargo una vez más este tema no garantiza que las mujeres mejor preparadas o cuya trayectoria política, sean las que encabecen las fórmulas, se pueden ver perfectamente ejemplos como en el caso de Guerrero, donde la hija de un prominente político de MORENA tomó el lugar de Salgado Macedonio para ser gobernadora.
Más concreto en el caso de QUERÉTARO, donde el PAN recicla una y otra vez a su misma candidata, pasándola del Senado a la legislatura, a diputaciones locales y ahora tal vez a una alcaldía… o bien el caso de la magistrada eterna de Izquierda, quien siempre ha contendido, pero nunca a podido.
Ahora el tema de Paridad de Género obligatoria, vuelve complicar los perfiles de los partidos rumbo al 2024, sin embargo es un tema que ya no es nuevo y se ha estado trabajando desde la elección pasada… por lo qué los partidos ya lo tienen casi resuelto, y si bien eso ha modificado sus planes, hoy día ya no les quita el sueño.
No obstante esa obligatoriedad no genera ninguna paridad, ya que los apellidos y contactos de los aspirantes una vez más se impondrán de cara al próximo proceso electoral de QUERÉTARO… y tal vez veamos sorpresas con un apellido estatalmente conocido ocupando una de las principales pociones del PAN.
2.- Sin duda, el abrir los espacios políticos a las mujeres, ha traído grandes beneficios de agenda, servicio y compromiso en los tres niveles de gobierno, al grado que hoy se disputan la entidad más poblada del país dos mujeres, lo impensable aún a inicios del siglo XXI.
Si el México mágico en que vivimos careciera de ese tinte machista y de esos personajes enquistados de la política, que llevan décadas viviendo de posiciones y el erario, no hubiera sido necesario el incorporar la paridas de genero de manera obligatoria, obligatoriedad qué ha servido, en diversas ocasiones, para solventar compromisos con posiciones políticas, distribución de candidaturas y espacios electorales, a modo, por parte de los partidos, e incluso como moneda de cambio.
Triste es cuando llega alguna mujer a ocupar ese espacio, no por su capacidad, trabajo y camino recorrido, sino porque así le tocó, en aras de la paridad de genero obligatoria.
Hace falta madurez como sociedad para entender que ser hombre o mujer no determina la capacidad ni el corazón para querer hacer bien las cosas por el municipio, estado o país.
En Querétaro tenemos muchos ejemplos de mujeres en posiciones de toma de decisiones o de representación popular con las más altas capacidades y experiencia, quienes han llegado hasta ahí gracias a su trabajo de muchos años, mas allá de la paridad o disparidad que prevalezcan.
3.- LA UTÓPICA PARIDAD DE GÉNERO
En 1997 las autoridades electorales sugirieron a los partidos políticos considerar candidatear a mujeres para ofrecer más oportunidad de participación al género femenino, no hicieron caso. Ante los ‘oídos sordos’ de los partidos, la cuota se hizo obligatoria, incluyendo sanciones para quienes no cumplieran con ofrecer determinado porcentaje de candidaturas a mujeres.
Los partidos, dominados históricamente por el género masculino, encontraron la forma de burlar nuevamente la regla, aunque se abrieron algunas puertas para las mujeres que aprovecharon para impulsar la apertura de candidaturas en igualdad. Finalmente, en las elecciones del 2006 se notó un incremento considerable de mujeres en candidaturas, mismas que ocuparon diversos cargos de elección popular. Pero no era suficiente.
En el 2009, en las elecciones del todavía Distrito Federal, una peculiar figura habría de influir en el mecanismo electoral sin imaginar el peso que tendría en la historia.
Rafael Acosta Ángeles, apodado ‘Juanito’, entonces candidato por el Partido del Trabajo (PT) para convertirse en jefe delegacional de Iztapalapa; prometió renunciar a favor de Clara Brugada en caso de ganar las elecciones para cumplir la cuota de género impuesta a los partidos. Los partidos encontraron entonces la laguna legal… nombraron a candidatas mujeres y a hombres como suplentes, en la mayoría de los casos se trató de matrimonios. El caso fue conocido como las ‘Juanitas’, mujeres candidatas que “renunciaban” al cargo tras ganar la elección para dar paso a su suplente hombre.
La cuota de género era una simulación. Este ejercicio se repitió en elecciones siguientes y en diversos estados, en algunos fue un escándalo al ejecutar la estrategia sin ningún pudor.
La reforma electoral local que envió el Instituto Electoral del Estado de Querétaro al Congreso Local para su discusión, establece que al menos tres de las seis candidaturas a las alcaldías de los municipios con mayor población deberán ser para mujeres, ofreciendo más oportunidad al género para ocupar puestos de mayor importancia.
Las modificaciones legales que se han hecho desde inicios de los 2000 han permitido que, poco a poco, casi a cuenta gotas, las mujeres vayan ocupando más espacios de elección, aunque pocos puestos de mucha más importancia.
Apenas en este 2023 las mujeres lograron ocupar cargos de alto nivel, como la presidencia de la Suprema Corte de Justicia, o la titularidad del Instituto Nacional Electoral. Ha sido tan relevante este cambio que varios analistas consideran que es el “año de las mujeres”. Lo cierto es que pese a que los perfiles femeninos han tomado importancia, los mecanismos siguen teniendo fallas, vicios o lagunas que permiten a los partidos políticos ‘salirse con la suya’ y burlar la ley, las reglas y toda norma que se les impone.
Para muestra, basta ver la cantidad de espectaculares, anuncios y actos que fácilmente pueden considerarse como actos de promoción o de acciones de campaña adelantadas. Pero, la hipocresía abunda entre todos los colores y todas las ‘ideologías’ por lo que no nos sorprendamos si nuevamente en las elecciones del 2024 tengamos “juanitas” renovadas o actualizadas.
Hay candidatos varones que desde ahora ya se posicionan contra la cuota de género y piden que se busque a los perfiles más capacitados sin importar si es hombre o mujer, así que no duden que habrá quien se oponga a las nuevas reglas, busque inconformarse, e incluso, ampararse. Ya verá.